Esta guía de ayuda a profesionales es una herramienta de excelencia metodológica que nace como respuesta a la necesidad real de un gran número de pacientes afectados en Castilla y León, que han visto su calidad de vida mermada tras la infección, y como apoyo al trabajo coordinado de los profesionales de Sacyl.
Esta afección nueva y emergente, que se ha descrito con diversos términos, como ‘COVID Persistente’ o ‘Long COVID’ (CP/LC), es un proceso clínico caracterizado por la persistencia de síntomas más allá de las 4-12 semanas tras el contagio por SARS-CoV-2, independientemente de la gravedad de la fase aguda y de que el diagnóstico de la infección haya sido por PDIA o clínico, con una presentación de la sintomatología frecuentemente fluctuante o a modo de brotes generando discapacidad a quien lo padece, sin la existencia de una explicación por una enfermedad subyacente alternativa.
Es conocido que no todos los pacientes se recuperan tras una fase aguda más o menos larga o grave. Se calcula que al menos un 10 % de estos pacientes no se reponen completamente y desarrollan síntomas persistentes e incapacitantes tras la infección aguda.
Analizando los últimos datos de Castilla y León se observa que desde inicio de la pandemia son casi 238.000 los casos totales acumulados de COVID-19, de modo que la estimación de posibles pacientes con COVID persistente en la Comunidad rondaría los 24.000 (el citado 10 %). Es decir, alrededor de mil personas por cada 100.000 habitantes podrían padecer COVID persistente en Castilla y León, siendo la distribución provincial de casos previstos, con los datos a fecha 14 de junio, la siguiente: Ávila 1.303, Burgos 3.693, León 4.136, Palencia 1.958, Salamanca 3.256, Segovia 1.779, Soria 996, Valladolid 5.279 y Zamora 1.374 casos.
Seguimiento individual
Los pacientes incluidos en este proceso asistencial específico son todos los afectados por la enfermedad, de manera que, dependiendo de su situación clínica individual, se realizará la intervención clínico-asistencial correspondiente y se pondrán a su alcance, de forma coordinada y organizada, los recursos del sistema sanitario.
Se trata de un documento riguroso, basado en la evidencia científica actual, que pretende dar respuesta a las necesidades de los pacientes con COVID-19, tras una valoración integral inicial y un seguimiento continuo interdisciplinar, a lo largo de todo el proceso de su enfermedad.
El proceso asistencial integrado de la Consejería de Sanidad facilita, mediante el trabajo en equipo de forma homogénea y coordinada en las once áreas de salud de Castilla y León, la continuidad asistencial allá donde se encuentre el paciente (en zona rural o urbana, en domicilio o centro residencial, en el centro de salud o en el hospital), teniendo en cuenta en todo momento las necesidades del paciente.
El proceso pretende, por tanto, establecer los criterios de atención para el seguimiento de los pacientes afectados por la infección por SARS-CoV-2 a corto, medio y largo plazo, de forma que se pueda valorar la evolución y detección precoz de complicaciones, así como posibles secuelas o síntomas persistentes, para ofrecer el tratamiento más adecuado y personalizado.
Trabajo conjunto y coordinado
El documento ha sido posible gracias al trabajo en equipo del personal de enfermería, fisioterapeutas, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, psicólogos clínicos, logopedas junto a los especialistas en Neumología y Medicina Interna, además de la colaboración de las especialidades hospitalarias integradas en los equipos COVID-19 (Medicina Intensiva, Anestesia, Cardiología, Neurología, Rehabilitación, Psiquiatría, Nefrología, Dermatología, Digestivo, etc.) y, por supuesto, la coordinación con los equipos de Atención Primaria y Emergencias Sanitarias, lo que ha permitido diseñar una forma de trabajar homogénea, facilitando la asistencia a los pacientes y la continuidad asistencial entre los diferentes niveles de atención.
La Consejería de Sanidad quiere agradecer además la colaboración de las sociedades científicas y las asociaciones de profesionales, que han aportado la visión holística y longitudinal necesaria para poder atender a los pacientes con COVID-19 de forma integral e integrada. Asimismo, en la elaboración de este proceso asistencial integrado se han tenido en cuenta las expectativas de salud de los pacientes y la afectación que la enfermedad está produciendo en su calidad de vida, con el objetivo de que pueda desarrollarla con normalidad a nivel personal, social y laboral.
Está previsto que esta herramienta de ayuda al profesional, centrada en el paciente, se actualice de forma permanente, en función de publicaciones o propuestas nuevas -que están surgiendo cada poco según avanza el conocimiento científico, como todo lo relacionado con la COVID-19-, y así ir aportando continuamente valor y excelencia a la asistencia que reciben ya los pacientes castellanos y leoneses.