El nuevo reglamento sobre Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones garantizará que las viviendas de nuevos edificios estarán preparadas para las redes de telecomunicaciones de acceso ultrarrápido, lo que permitirá a los inquilinos navegar en Internet a velocidades de 100 Megabits por segundo o superiores.
Los principales operadores de telecomunicaciones que operan en España están iniciando el despliegue de nuevas infraestructuras de acceso ultrarrápidas (redes de próxima generación), con el fin de atender la demanda de nuevas aplicaciones y servicios de los usuarios en sus hogares.
Concretamente, en las redes fijas, los operadores de telecomunicaciones sustituirán sus tradicionales pares de cobre por fibra óptica, mientras que los operadores de cable actualizarán sus redes de acceso de cable coaxial mediante nuevas tecnologías (DOCSIS.3) que permitan estas velocidades.
Esto permitirá a los usuarios acceder con mayor velocidad que actualmente a servicios como la televisión de alta definición, internet y las videollamadas.
Además podremos tramitar todos los procedimientos administrativos por medios telemáticos, agilizando su gestión y reduciendo los plazos.
La nueva normativa permitirá profundizar en el proceso de conversión de las viviendas en “hogares digitales” y en el consiguiente impulso a la incorporación a la vivienda de funcionalidades ligadas a la seguridad, la eficiencia energética, la accesibilidad, el control de entornos, el ocio y las comunicaciones.
Para ello, el proyecto de real decreto incluye una tabla de puntuación que, en función de los servicios y funcionalidades que se incluyan, permitirán evaluar los “hogares digitales” con el nivel de básico, medio o alto.
En la actualidad en España ya existen, según los datos del Ministgerio, más de 4,3 millones de viviendas que disponen de infraestructuras comunes de telecomunicación (ICT) que facilitan el acceso a los servicios de la Sociedad de la Información actuales.