La Comitiva del Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso en España (1472), recorrió el centro histórico de Segovia en un paseo teatralizado que terminó en el Museo Zuloaga, ubicado en la iglesia de San Juan de los Caballeros, que acogió la representación de la obra ‘El obispo y el impresor’ y un concierto de música medieval. La actividad, organizada por el Museo de Segovia y la Asociación Cultural Sinodal de Aguilafuente, se trasladaba por primera vez a la capital con motivo del Día de Castilla y León y del Libro.
La obra, con texto de Miguel Gómez Andrea ‘Gol’, escenifica la posible entrevista que mantuvieron el entonces obispo de Segovia, Juan Arias Dávila (encarnado por Tomás Conde), y el impresor Juan Párix de Heidelberg (Raúl Conde), en presencia del secretario de este último, fray Antón (Florencio Herrero). El prelado le encargó al alemán la impresión del ‘Sinodal de Aguilafuente’ y otros textos para la formación del clero; y la obra recrea una reflexión y una disputa sobre el uso de la imprenta, con posturas encontradas entre el obispo humanista y el secretario, temeroso del nuevo invento.
Aguilafuente da nombre al primer libro impreso en España, el ‘Sinodal de Aguilafuente’, que contiene las actas y documentos complementarios del Sínodo diocesano que se celebró en este municipio en junio de ese año para abordar distintos asuntos encaminados a la reforma del clero. Y ese fue precisamente el motivo por el que la imprenta de Gutenberg llegó a esta villa de menos de 700 habitantes antes que a Barcelona (1473), Valencia (1473), Sevilla (1477) o Salamanca (1488), ciudades más importantes y desarrolladas del siglo XV.
La localidad reivindica desde 2003 con una representación teatral la introducción de la imprenta en España y la apertura a la modernidad, aunque ésta era la primera vez que la iniciativa traspasa la frontera natural del pueblo para llegar a la capital, en cuyo archivo catedralicio se conserva el ejemplar original del ‘Sinodal de Aguilafuente’.
En concreto, el hecho histórico en el que se basa esta obra se celebró entre el 1 y el 10 de junio de 1472, fecha en la que se reunieron en la iglesia de Santa María de Aguilafuente los representantes de la diócesis, religiosos y laicos, convocados a Sínodo por el obispo Juan Arias Dávila. En aquella reunión se propusieron medidas para la reforma de la diócesis segoviana, bastante deteriorada a causa de la relajación de las costumbres y la escasa formación del clero. De aquellas discusiones surgieron las constituciones sinodales que, por primera vez en España, se llevaron a la imprenta, y que hoy se conocen como ‘Sinodal de Aguilafuente’.
El obispo pretendía una serie de obras en la línea reformista y de formación de su clero, por lo que había traído a Segovia a un impresor alemán venido de Roma, Juan Párix de Heidelberg. Y empezó por el Sinodal, al que siguieron ocho libros más hasta 1476.