La subida de precios, que ha elevado la inflación hasta superar los dos dígitos, llegará de forma notable el próximo año al taxi. Para el año 2023, los taxistas de Castilla y León esperan cerrar los nuevos precios que tendrán: una subida del 5,5% en las tarifas urbanas y un 4,3% en interurbanas.

En relación a esto, el presidente de la Federación de Taxistas de Castilla y León, Alberto Romo, indicó que con estas nuevas tarifas los taxistas castellanos y leoneses esperan revertir las pérdidas que arrastran desde que el año pasado los costes derivados del aumento del precio de los carburantes hayan puesto a algunos profesionales contra las cuerdas.

VTC

No obstante, el precio de los carburantes, su «materia prima», no es el único problema al que se enfrentan los taxistas de Castilla y León. El presidente de la Federación de Castilla y León cree que las VTC que estaban operando en Madrid, pese a tener una autorización de la Comunidad, tendrán que regresar a su territorio. 

También, Alberto Romo afirmó que «si las VTC no regresan a sus territorios, terminarán desapareciendo«. Añadiendo, que deberán cumplir la norma de no poder operar en centros urbanos, donde cree que se afianzará el taxi en Castilla y León.

Además, la Junta mantiene su vigilancia sobre el sector de las VTC para evitar el intrusismo y la competencia desleal con respecto al taxi. Por ejemplo, en 2020, se controlaron 29 empresas, lo que afectó a 87 vehículos y 2.173 hojas de ruta, sin que se formulara ninguna denuncia.