No hay que dejarse llevar por las apariencias porque el pueblo más infravalorado de Segovia tiene un hotel premiado y su antiguo ábside románico está en Estados Unidos, donde fue llevado piedra a piedra.
Considerada como una de las joyas escondidas de la provincia, buena parte es Conjunto Histórico.
Así, la Revista Viajar define a Fuentidueña como «una villa con abundantes manantiales naturales y cuenta con un sinfín de monumentos que visitar». Entre ellos, el Palacio, la Casa de la Comunidad de Villa y Tierra y el Ayuntamiento, antigua casa señorial de la familia Lara.
Para los amantes de la historia, apunta la revista, tendrá especial interés la Necrópolis medieval de Fuentidueña. Localizada en la parte superior del recinto amurallado, excavado en la piedra y con esculturas antropomorfas con cientos de años de antigüedad.
Sin duda, señala Viajar, es «un destino que debería tenerse más en cuenta».
Por su parte, para Turismo de Castilla y León «naturaleza e historia se dan la mano en la hermosa villa segoviana de Fuentidueña, ubicada al norte de la provincia sobre la quebrada del valle del río Duratón».
En este sentido, invita a descubrir «su rica historia forjada durante siglos por las diferentes culturas que pasaron por ella y nos han dejado un legado patrimonial de excepción. Desde sus murallas a las iglesias y el palacio de su pequeño centro urbano, todos los rincones de esta localidad guardan tesoros».
De turismo por Fuentidueña
Segovia Turismo destaca para ver en Fuentidueña su muralla, ya que «la villa estuvo amurallada en sus lados norte, sur y oeste con una función claramente defensiva».
Por su lado este, existe una impresionante cortada rocosa que hace muy fácil la defensa. El acceso intramuros solo es posible a través de una de sus tres puertas. Por un lado, la Puerta de Palacio, que parece que fue la entrada principal de la villa. Por otro, la Puerta de la Calzada, que daba acceso al recinto desde el arrabal. Y la Puerta de Alfonso VIII o de Trascastillo, situada en la cara sur de la muralla.
En la plaza de la villa existen dos ventanas practicadas en la muralla, su construcción debe situarse entre los s. XII y XIII.
Ayuntamiento
Situado en la plaza de la villa, estuvo emplazado un palacio durante el reinado de Da Urraca y Alfonso El Batallador.
Casa de la Comunidad de Villa y Tierra
Antigua cárcel del alfoz de Fuentidueña, adosado a la muralla, donde actualmente se reúnen los representantes de los veintiún pueblos que integran la comunidad de villa y tierra.
El Palacio
Situado en la plaza de su mismo nombre, construido a mediados del s. XV, fue residencia de D. Pedro de Luna y su familia.
Capilla del Pilar o de los Condes de Montijo
Junto al Palacio, declarada bien de interés cultural, fue erigida a instancia del conde de Montijo y nombrada capilla del Pilar por la devoción que sentía su esposa a esta advocación. Se terminó en 1720, de estilo neoclásico, con una fachada simétrica de clásica sencillez de sillería caliza. Su portada está blasonada con un escudo de armas de los linajes de los Montijo y Fuentidueña.
Iglesia de San Miguel
Declarada bien de interés cultural, en su exterior se puede contemplar su pórtico de siete arcos bizantinos sobre columnas geminadas, en los que sus capiteles tienen decoración vegetal. Cuenta con tres puertas, la del pórtico, la del acceso al templo y la llamada «Puerta de los Perdones».
En la cabecera un ábside semicircular y en el interior una nave cubierta con bóveda de medio cañón y dos capillas a ambos lados del ábside. Coronan la nave hermosos capiteles entre los que destacan el tema de la psicóstasis y el martirio de San Esteban entre otros. Presidiendo el templo se encuentra la talla de San Miguel Arcángel (1583).
Hospital de la Magdalena
Declarado bien de interés cultural, fue construido por disposición testamentaria de Dª Mencía de Mendoza hacia el año 1540, para acogida de pobres y enfermos de Fuentidueña y su alfoz. Actualmente se encuentra en ruinas, pendiente de restauración.
Ruinas de San Martín
Fueron declaradas monumento histórico artístico en 1931, fue un templo de estilo románico construido en dos etapas, su torre y única nave en el s. X y el ábside a mediados del s. XII. Éste actualmente se puede contemplar en el museo de los Claustros en Nueva York.
Necrópolis
Formada por una sucesión de unas doscientas tumbas circundando la iglesia de san Martín, talladas en roca, antropomorfas, datan desde el s. X hasta el s. XVII.
El Castillo
Declarado junto con las murallas bien de interés cultural. No existe una claridad histórica sobre su origen, pero parece que su construcción se remonta a los s. XII y XIII. Tuvo importancia con el reinado de Alfonso VII, quien tuvo cortes aquí y se concertó la paz con Navarra y otorgó testamento en 1204.
En los años 70, el ministerio de hacienda subasta el castillo con un precio de 25.000 pesetas, pasando así a manos privadas.
Iglesia de Santa María la Mayor o del Arrabal
Situada cerca del puente romano, en la margen izquierda del río Duratón; se dice que debió de edificarse sobre los restos de una primitiva ermita a la que en el s. XI se le fueron añadiendo un tosco ábside de mampostería con bóveda de medio horno y otras capillas. Está considerada la iglesia más antigua de la villa, debido a que anteriormente a la iglesia románica, emitiera otra construcción de origen visigodo, pues con motivo de unas obras recientes se han descubierto junto al ábside tres sarcófagos labrados en piedra.
Su planta, de grandes dimensiones, estaba compuesta por tres naves, construida a base de materiales como argamasa, sillarejo y piedras sillares en las puertas, arcos y esquinas. En el s. XVI se encuentra en ruinas, reedificándose en 1576, fecha en la que se añade el pórtico, pero la obra más importante tuvo lugar en 1682, eliminándose la mayor parte de su planta, reduciéndose las dimensiones del templo, las naves norte y principal quedaron al descubierto, pasando a ser cementerio, quedando el templo limitado a la nave sur.
Adosada a la iglesia se construyó en el s. XVII una capilla bajo la advocación de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
La iglesia fue suprimida al culto el 30 de mayo de 1842, por un decreto durante la regencia del General Baldomero Espartero (1840-1843). Recientemente se han efectuado obras de restauración que han permitido su devolución al culto. En el interior es obligatorio destacar el retablo de la Virgen de la Asunción, presidido por la imagen de la Inmaculada y otro retablo situado en la capilla con una imagen barroca de la Inmaculada, en actitud orante.
Hospital de San Lázaro
Su fundación data del s. XII cuya función primitiva era la atención a leprosos, pasando a socorrer por una noche a pobres, salvo que estuvieran enfermos y necesitaran más días, siempre que acreditasen que no eran gentes «de mal vivir»”. Tras la desamortización de Mendizábal (1835-1844) quedó en ruina absoluta pasando a ser vivienda privada a principios del s. XX.
Convento Franciscano San Juan de la Penitencia
Su primera construcción data del s. VI, siendo habitado por los frailes de san Juan Bautista o de la Penitencia. Estuvo abandonado durante más de 200 años, siendo reconstruido en 1162, pasando a ser ocupado por frailes mercenarios en 1299 y en 1496 por frailes franciscanos.
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