El PSOE exigió al nuevo Consejo de Administración de Caja Segovia “transparencia y austeridad en su gestión”. En este sentido, el Partido Socialista considera que los segovianos deben conocer la situación real de la caja y que su gestión debe realizarse con criterios de máxima austeridad, que debe afectar especialmente a las retribuciones de los órganos de Gobierno y Dirección de la entidad.
“Caja Segovia es una institución de todos los segovianos”, subrayó PSOE-Segovia a través de un comunicado, en el que expuso que sin embargo, las informaciones y acontecimientos vividos durante los últimos meses, principalmente referidos a las indemnizaciones del equipo directivo, la crisis de Bankia y la pérdida del capital de la entidad en el BFA, “fueron percibidos por los segovianos como si se les ocultase una información veraz sobre estos hechos, lo que desembocó en una actitud de desconfianza hacia los dirigentes de la Caja y, en definitiva, de descrédito hacia la entidad”.
El PSOE denunció que la pérdida de la participación de Caja Segovia en el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) sitúa a Caja Segovia en un panorama «extremadamente difícil» que podría desembocar en la desaparición de su Obra Social, un elemento «esencial» en el sostenimiento de centros asistenciales y prestación de servicios sociales, así como en la promoción de la cultura, el deporte y el movimiento asociativo de la provincia. Por estos motivos, la pérdida de la Obra Social en opinión del Partido Socialista, tendría unas consecuencias «muy negativas» para Segovia.
Ahora y siempre según los socialistas, el principal desafío de Caja Segovia es la continuidad de su Obra Social, y ante este reto, el PSOE desea al nuevo Consejo acierto en su gestión y le ofrece su colaboración en lo que considere necesario para esa finalidad.
La nueva etapa debe caracterizarse por la «transparencia», según el PSOE. Los segovianos, según advierten los socialistas, “deben conocer la situación real de la entidad, sus perspectivas de futuro y las líneas de trabajo de sus órganos de gobierno”. “Solo así se recuperará la confianza y el crédito hacia una institución tan querida y respetada por todos los segovianos”, recalcó el partido socialista.
La nueva situación de Caja Segovia, una vez finalizada su actividad como entidad financiera, exige para los socialistas adecuar sus costes de funcionamiento a la nueva realidad. Esto, según el PSOE, implica necesariamente la reducción de todas las partidas de gasto y, de manera especial, de las retribuciones de los miembros de los órganos de gobierno y de dirección de Caja Segovia. “Los criterios de austeridad en el gasto, deben presidir también la creación de la futura Fundación de régimen especial en que ha de transformarse Caja Segovia”.