El programa ‘MOAI’, programa de acompañamiento y pionero en su metodología, se ha basado en el asesoramiento individual, la formación y el trabajo en red a través de sus tres fases de acción: tutorías individualizadas, webinarios formativos y sesiones conjuntas de intercambio de experiencias y trabajo colaborativo.
En todas las fases, los centros han contado con la asistencia de personal experto, tarea que ha estado a cargo del consultor en sostenibilidad, educación y gestión ambiental, Pablo Labajos. Las sesiones se han realizado de forma telemática para facilitar la seguridad sanitaria y la conciliación de agendas de los participantes.
El presente programa ha sido bautizado con el nombre ‘Moai’, en referencia a grupos de personas que se reúnen en torno a un objetivo o interés común y que se brindan ayuda y apoyo mutuo, como ocurre en la tradición de la isla de Okinawa, en Japón. Estos lazos sociales y otras costumbres les han brindado ser uno de los lugares con más longevidad del mundo, longevidad que se desea para el ser humano y para el planeta.
En la primera fase de tutorías se han realizado 195 sesiones, tres con cada centro. En ellas se evaluó la marcha de los programas de educación y gestión ambiental, detectando debilidades, fortalezas y oportunidades de mejora. En estas sesiones los centros descubrieron nuevas ideas, metodologías y recursos para su labor de educación ambiental y para la gestión ambiental del centro, incluyendo la forma de reducir los impactos y de hacer un seguimiento sistemático.
La segunda fase tuvo cinco webinarios con temáticas elegidas por los centros. Dos docentes de cada centro pudieron participar activamente en las reuniones telemáticas, mientras que el resto del claustro pudo ver la retransmisión en directo sumando más de 400 visualizaciones.
Las temáticas elegidas fueron ‘Huertos educativos’, ‘Objetivos de Desarrollo Sostenible y perspectiva ambiental de la Agenda 2030’, ‘Economía circular como enfoque para la prevención de residuos’, ‘Impactos y oportunidades de mejora en gestión ambiental de centros educativos’ y por último un webinario para aportar ‘Visión e ideas innovadoras para realizar una educación ambiental de primer nivel’.
En la tercera y última fase se realizaron dos sesiones conjuntas. La primera de ellas bajo el nombre ‘Experiencias Ambientales’, en la que once centros reconocidos con el sello compartieron sus experiencias de éxito, con acciones dirigidas al aula, a la mejora ambiental del centro y a promover el avance hacia la sostenibilidad del entorno local. En la segunda sesión del programa se realizó una dinamización para que los centros definieran oportunidades de colaboración con centros próximos y con centros que comparten sus áreas de interés.
Como resultado de este programa se ha ayudado a los centros en proyectos de movilidad sostenible, rutas interpretativas, recogidas de residuos, evaluaciones de la contaminación atmosférica y acuática, actividades de vinculación al medio natural, de conocimiento y mejora de la biodiversidad, de sensibilización, mitigación y adaptación al cambio climático, reducción del impacto ambiental de los centros y muchos otros, pero por encima de todo, de mejora de la sostenibilidad de la comunidad educativa castellana y leonesa gracias al Sello Ambiental ‘Centro Educativo Sostenible’.
Requisitos de los Centros para la obtención del Sello Ambiental
El distintivo está pensado para los centros docentes no universitarios de Castilla y León, públicos y privados, que cumplan una serie de requisitos, entre ellos, desarrollar un programa de educación ambiental, disponer de un programa de gestión ambiental y asumir los compromisos de difusión de las memorias sobre sus actividades, en los términos recogidos por la norma.
El programa de educación ambiental deberá estar aprobado por el claustro de profesores y por el Consejo Escolar o estar incluido en la programación general o en el proyecto educativo del centro y haberse ejecutado durante, al menos, los últimos dos años previos a la solicitud del Sello. Entre las temáticas del programa se incluyen acciones sobre prevención y adaptación al cambio climático, eficiencia energética y energías renovables, agricultura ecológica, ahorro y gestión del agua y calidad del aire, entre otras.
Sobre la gestión ambiental, el programa deberá tener en cuenta los principales impactos en el centro de aspectos como el agua, la energía, los residuos y las emisiones a la atmósfera; deberá contar con indicadores de seguimiento y un plan de mejora para paliar las consecuencias más importantes o de más fácil solución e implantar medidas que incrementen la sostenibilidad y la calidad de vida de la comunidad educativa.
La obtención del sello ambiental ‘Centro Educativo Sostenible’ supone reconocer públicamente los avances en la ambientalización integral del centro docente, quien podrá utilizar y exhibir la placa acreditativa de esta condición e incluirla en las publicaciones, material impreso y en la actividad promocional que realice.