El «padre» de la Farmacia, Teófilo Hernando Ortega, nació el 14 de Abril de 1881 en un pequeño pueblo de Segovia de tan sólo medio centenar de habitantes.
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Médico especialista en terapéutica farmacológica y patología digestiva, Teófilo Hernando fue profesor de Farmacología experimental y creador de la Farmacología Clínica. Además, jugó un papel relevante en el progreso intelectual de España en la primera mitad del siglo XX, como reseña el Instituto Teófilo Hernando de ID del Medicamento.
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Se formó de la mano de Osswald Schmiedeberg, creador de la moderna Farmacología, en Estrasburgo.
Fue un adelantado del desarrollo de esta disciplina en España.
Además, tuvo el mérito de ser «el primero en comprender la necesidad de crear una disciplina que tratara del manejo clínico de los medicamentos y sus riesgos».
También de introducirla en el curriculum docente de la Facultad de Medicina en sus últimos años.
Por ello, se le puede considerar como el introductor en España de la luego llamada Farmacología Clínica.
Creó también una Escuela de Patología Digestiva en Madrid.
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Por último, según detalla el Instituto que lleva su nombre, Teófilo Hernando nunca quiso ostentar un cargo político, mientras que alcanzó los máximos puestos técnicos. Además, añade, «sólo dejó a sus herederos naturales una disposición testamentaria: que en su esquela figurara tan sólo una palabra: Médico».
Torreadrada
Un busto en el centro del pueblo segoviano de Torreadrada recuerda a uno de los hijos más ilustres de la localidad, el doctor Teófilo Hernando Ortega.
También allí nació el conocido folclorista y músico Ismael Peña.
Con 50 habitantes, Torreadrada cuenta con la iglesia de San Agustín como uno de sus principales monumentos. Aunque en origen se trató de un templo románico, de esta época tan sólo conserva la portada lateral.
En su interior sobresale la pila bautismal y una colección de piezas de plata, así como una custodia de sol que hizo en el primer cuarto del siglo XVII un platero de Peñafiel llamado Gabriel de Segovia.
Del patrimonio etnográfico aún se conservan elementos como el viejo molino, los lavaderos alimentados por la Fuente de los Seis Caños y las bodegas soterradas.
Fotografía de portada de Google Maps/captura Torreadrada.
