El Obispo de Segovia, Ángel Rubio, llamó hoy a los contribuyentes a marcar la “x” de la Iglesia en la declaración de la renta ante la bajada de las asignaciones del año pasado respecto al 2011 y debido a que, aunque positiva, la colaboración entre la institución religiosa y las administraciones “es insuficiente”.
Según los datos ofrecidos la bajada sufrida fue de un 0,88 por ciento al pasar de un 35,71 por ciento en 2010 a un 34,88 por ciento en 2011, a nivel nacional. En Segovia el descenso fue del 1,02 por ciento, al pasar de 35.958 contribuyentes que marcaron la casilla a favor de la Iglesia (47,76 por ciento) a 35.399 declaraciones (46,74 por ciento).
En este sentido, Rubio advirtió que la necesidad de apoyos ante el amplio patrimonio en el que se incluyen 330 iglesias, más de 130 ermitas, y multitud de obras artísticas que nacieron con una finalidad evangelizadora. “Todo este patrimonio, sin embargo, necesita ser conservado y rehabilitado, y eso supone grandes desembolsos”, señaló para recordar que con la cantidad recibida a través de la declaración, la Diócesis financia el 25 por ciento de sus necesidades económicas mientras que el 75 por ciento restante proviene de aportaciones voluntarias, donaciones o gestión de su patrimonio.
Mientras recordó que al marcar la casilla el contribuyente otorga un 0,7 por ciento de sus impuestos a la Iglesia, el Obispo de Segovia destacó el “gran significado social” de la labor religiosa y espiritual de la institución que ejerce funciones como enseñanza y atención a la infancia, ancianos, discapacitados, inmigrantes, incrementada en la actualidad debido a los tiempos de crisis por la que atraviesa el país.
Aunque señaló que “las cosas espirituales no pueden medirse en términos económicos”, Rubio calculó que dichas acciones supondrían un gasto de 2.000 millones de euros que atendiendo a “criterios de gratuidad” realizan personas en servicio al anuncio del Evangelio, la catequesis o el asesoramiento y orientación personal en temas religiosos y morales.