El Hospital General de Segovia ha adquirido cinco nuevos aparatos de respiración para pacientes que requieren cuidados intensivos, según confirmó hoy el sindicato de enfermería Satse, que también recordó que sigue faltando la telemetría en nueve de las 12 camas de la Unidad de Reanimación que acoge pacientes de la UVI, informa Ical.
Satse Segovia denunció hace unos días la situación en la que se estaba atendiendo a los pacientes que requerían una cama UVI y se les había ubicado en el servicio de Reanimación, dada la alta ocupación de las camas de UVI convencionales por pacientes COVID. Una denuncia que se sumaba a la ya realizada, los meses anteriores, del mal funcionamiento de los respiradores que fuera por habilitados, ya sea porque son respiradores muy antiguos o se encuentren averiados.
Desde este sindicato y los profesionales explicaron que sufrían diversas averías e incidencias que ponían en riesgo la salud de los pacientes. Dejaban de funcionar de repente o se desprogramaban los modos ventilatorios, sin que los propios profesionales pudieran entender la causa, situación que requería una intervención urgente e inmediata por parte de las enfermeras y enfermeros del servicio los cuales han solucionado estas carencias por su gran profesionalidad y sobreesfuerzo.
Satse Segovia agradeció que el gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia haya escuchado sus reivindicaciones, lo que mejorará la calidad de la asistencia y facilitará el trabajo de los profesionales enfermeros, que ahora se encuentran enormemente sobrecargados por el impacto que está teniendo la tercera ola en este Complejo.
Pero aun así, advirtieron, sigue faltando que se habilite telemetría en nueve camas de las 12 de la REA para que las enfermeras y enfermeros puedan controlar a distancia las constantes vitales de los pacientes sin tener que estar al pie de cada una de esas camas.
Satse recordó que los trabajadores llevaban meses advirtiendo a la Dirección del Complejo Hospitalario que era imposible atender de manera adecuada a los pacientes, si de las 12 camas de la REA, solo 3 estaban habilitadas con telemetría, o lo que es lo mismo, una conexión directa de las constantes vitales del paciente a los ordenadores del control de enfermería que posibilita que una enfermera pueda llevar el control de varios pacientes ingresados.
“Esto es algo necesario mientras atienden a otros pacientes”, explicaron, y estas enfermeras pueden tener asignados hasta siete pacientes si se trata de reanimación y dos o tres de UCI. El no disponer en todas las camas de telemetría supone un riesgo evidente para la seguridad y salud de los pacientes ingresados y suma un gran estrés para los profesionales enfermeros, que ya están suficientemente agotados por la situación que llevan viviendo desde hace casi un año.