El gasto de las familias de la Comunidad en agua embotellada creció un tres por ciento en el periodo 2015-19, quienes destinaron una media de 41,55 euros al año en agua mineral, cifra que supone en 0,15 por ciento del gasto familiar total, según el informe el valor del agua en España en datos, elaborado por AIS Group, el Observatorio de la Sostenibilidad y Esri España coincidiendo con el Día Mundial del Agua.
En el comunicado recogido por Ical, se muestra como estos datos son relevantes para valorar el estado del agua en España, dado que el agua embotellada no tiene un peso significativo en el gasto familiar. Y es que, el mayor gasto en agua mineral implica peor calidad de agua de grifo y menos consumo de agua corriente para beber.
Este consumo tiene mayor impacto ambiental por la captación, el embotellado, el transporte de las mercancías, y posteriormente la gestión de los residuos de las botellas, existencia de micro plásticos, y finalmente la deposición o gestión final de los residuos plásticos o vidrio que se utiliza. Teniendo en cuenta el poco peso de esta partida en la economía familiar, se puede inferir que la calidad del agua en España «es bastante aceptable, pues el nivel de este gasto se ha mantenido prácticamente sin cambios entre 2015 y 2019».
Según el informe, en 2019 el gasto en agua embotellada de las familias españolas fue de 62 euros, y desde 2015 creció un 8,5 por ciento. Sin embargo, este gasto varía sensiblemente entre las distintas provincias, lo que denota que en ciertas regiones la calidad del agua es más pobre y hay una mayor recurrencia al agua mineral.
Son Tenerife, Las Palmas y Baleares las provincias donde el gasto medio de las familias en agua embotellada es mayor, moviéndose en un rango de entre 120 y 140 euros al año por hogar. Tras los archipiélagos, están las provincias de todo el levante, donde la inversión media va desde los casi 90 euros de Lleida y Murcia, a los 77 euros de Girona. También por encima de la media nacional están Zaragoza, con 68 euros, y Huesca, con 67 euros.
En el lado contrario del ranking, las tres provincias vascas, donde el gasto medio anual apenas supera los 20 euros por hogar. El cuarto menor registro es para Madrid con tan sólo unos céntimos por encima de los 30 euros. Se observa que el tipo de suelo predominante en cada zona tiene una cierta influencia en el consumo de agua embotellada.
Así, las regiones con suelos de mineralización débil, es decir granitos y zonas ácidas, como Madrid, Galicia y el Norte de España, registran el gasto medio más bajo en agua mineral entre sus residentes. En cambio, las zonas con suelos con alta mineralización o básicos, como puede ser el de la costa mediterránea, aportan otras características al agua que pueden afectar más a su sabor y provocar que se incremente la compra de agua embotellada.