El exdirector general de Caja Segovia, Manuel Escribano, a su llegada hoy a la cuarta jornada del juicio de las prejubilaciones, afirmó que este caso no tiene similitud con Nova Caixa Galicia como dijo la semana pasada el abogado de la Fundación Caja Segovia, Rafael Iturriaga, porque la Caja no recibió “nunca” ayudas públicas ni firmó compromiso alguno con el FROB sobre los límites de las retribuciones de directivos. Escribano le dijo a Iturriaga que se limite a hablar de “la pruebas del sumario” y no haga “comentarios de salón o de bar”.
Manuel Escribano calificó como “declaraciones sorpresivas” del abogado de la Fundación Caja Segovia al decir que ve “similitud” de este caso de Caja Segovia con el de Nova Caixa Galicia, basándose en que ambos tuvieron, para los planes de prejubilaciones, el asesoramiento de Pradas y Cebrián. Visiblemente enfadado, el el exdirector general aseguró que los casos serán iguales si «lo son los hechos» no por tener los mismos asesores «para realiza una operación determinada”.
Escribano sostuvo que “cualquier persona normal” entiende que si en las cuentas de dos empresas, unas van bien y otras van mal, las conclusiones finales serán diferentes aunque tenga el mismo auditor, por tanto, lo más importante es ver “cuáles fueron los hechos”, las pruebas que constan en el sumario y no hacer “comentarios de salón o de bar”.
La sentencia condenatoria a la cúpula de Nova Caixa Galicia, recordó Escribano, se basó “en el hecho inequívoco” de que recibieron ayudas públicas y sus dirigentes firmaron con el FROB el compromiso para “la observancia presente y futura” de los límites establecidos por la Unión Europea en “los límites retributivos” en el pago los directivos de empresas que reciben ayudas públicas.
El exdirectivo general de Caja Segovia argumentó que, además, en Nova Caixa se hicieron contratos nuevos con pagos que excedían lo que habían firmado y, además, los pasaron “a posteriori” para su aprobación en el órganos de gobierno de la entidad, “cosa que no se debe de hacer nunca”. Escribano dejó claro que el Banco de España, como consta en el sumario del caso de las prejubilaciones, en un escrito de marzo de 2014, “donde dice claramente” que Caja Segovia “nunca recibió ayudas públicas”.
En segundo lugar, citó otro documento de BFA Bankia, que es un 60 por ciento del FROB, que Caja Segovia no tuvo que firmar ningún documento. En tercer lugar, “no firmamos contratos nuevo” y, en cuarto lugar, la Caja “nunca se votó nada a posteriori”. De hecho, el plan de prejubilaciones se firma 26 de enero de 2006 y “yo soy el primero en prejubilarme el 31 de diciembre de 2011”.
Por su parte, el abogado de la Fundación Caja Segovia, Rafael Iturriga, afirmó que las declaraciones de Manuel Escribano eran rotundamente falsas porque hay un informe de la Intervención General de Estado donde consta que Caja Segovia recibió 121 millones de euros.