Según informaba el Ayuntamiento de El Espinar anoche «una vez que ha bajado el nivel de agua en la Carretera de la Garganta, en el núcleo de La Estación, se ha procedido a retirar las vallas y conos, habilitando también el paso de vehículos». De este modo, El Espinar va recuperando poco a poco la normalidad tras las intensas lluvias de este pasado martes.
La información municipal avisaba de que en la calle Estrasburgo «se han señalizado las arquetas y tapas de alcantarillado, que permanecen abiertas para aliviar rápidamente el agua en caso de que la lluvia persista». Por lo que rogaban «tengan mucha precaución para evitar accidentes, respeten las indicaciones de policía local y la señalización existente en la zona».
Dado que la Agencia Estatal de Meteorología mantiene el aviso de lluvias hasta el fin de semana, desde el consistorio recomiendan estar atentos a cualquier incidencia que pueda producirse en los próximos días por episodios fuertes de lluvias.
Según recoge la agencia de noticias Ical algunos vecinos con estaciones meteorológicas en sus domicilios contabilizaron ayer 99 litros por metro cuadrado, según explicó el alcalde de El Espinar, Javier Figueredo. La bajada con tanta fuerza del agua desde la sierra obligó a levantar arquetas y tapas de alcantarillas para aliviar la presión en las conducciones, causando inundaciones en calles y carreteras del núcleo.
Figueredo detalló que todo el agua acumulado por las lluvias en esta zona de la Sierra de Guadarrama termina confluyendo en un mismo punto, en el arroyo de las Esperillas, que se vio desbordado, sometiendo a una gran tensión a los colectores y afectando a las calles de La Estación de El Espinar. Desde las 7.00 horas, todos los servicios municipales y los voluntarios de Protección Civil estuvieron activos y trabajando para canalizar el agua, en la medida de lo posible, limpiando arquetas y alcantarillas.
El alcalde de Espinar recordó que han levantado todas las tapas para evitar problemas importantes como ya ocurrió en 2017. Tras aquel episodio de lluvias intensas, se llevaron a cabo trabajos de mejora en las acometidas, colocando tubos de un mayor diámetro. Figueredo reconoció que a pesar de esta ampliación de hace cinco años, las lluvias registradas desde ayer han evidenciado que no fue suficiente, y la canalización del arroyo, a su llegada al pueblo, se ha visto desbordado, anegando las calles más cercanas, convirtiéndose en auténticos ríos.
El agua salñua de las arquetas y los sumideros con una gran fuerza. “No dan abasto”, dijo el alcalde, que agradeció el esfuerzo de los trabajadores para intentar aliviar los problemas que está generando el agua, con calles y carreteras cortadas, señalizando con conos y vallas, los puntos más afectados.
(*) Fotografías procedentes de Ical cedidas por el Ayuntamiento de El Espinar.
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