El director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, ha sido el primer invitado del ciclo de conferencias ‘Valores y Sociedad’, con una ponencia con el título ‘El acto de leer’, en la Iglesia de San Quirce, sede de la Academia de Historia y Arte de San Quirce. Villanueva defendió que lo que recoge el Diccionario es “la lengua que se habla” y por eso no sólo hay “palabras correctas y amables” sino también “palabras canallas, sinvergüenzas, machistas o agresivas” porque “existen en el idioma”. Villanueva abrió el ciclo de conferencias ‘Valores y Sociedad’ que organiza la Fundación Valsaín dedicado este año al ‘Valor de la lectura’.
El director de la RAE explicó que “no podemos pensar en un Diccionario «puro, angelical o seráfico” que sólo contenga “palabras bonitas”, porque supondría tener que recurrir a la censura que es “una forma de comportamiento reprobable por parte de quienes tienen autoridad” y los miembros de la Real Academia de la Lengua “no se consideran con autoridad de censurar lo que la gente dice”.
Darío Villanueva argumentó que las 93.000 palabras y 200.000 acepciones que recoge el Diccionario no están “a título de propaganda o de proselitismo” por lo que las palabras “desagradables, inconvenientes u ofensivas” no aparecen para que “la gente las use” porque es la propia persona la que tiene tener “su criterio y saber cómo quiere hablar. Si quiere ser una persona civilizada o canalla” pero el Diccionario de la RAE “tiene que recoger la lengua en su totalidad”.
Darío Villanueva fue el primer invitado del ciclo de conferencias ‘Valores y Sociedad’, con una ponencia con el título ‘El acto de leer’, en la Iglesia de San Quirce, sede de la Academia de Historia y Arte de San Quirce. El director de la RAE expuso que la lectura “es una actividad” que pone en marcha “nuestro cerebro, sensibilidad, memoria y cultura” porque el texto leído es “insuficiente y nosotros lo rellenamos”.
La lectura, resumió Villanueva, tiene beneficios para el desarrollo intelectual y la configuración de la personalidad”, siendo el instrumento fundamental de la educación y la civilización desde la invención de la escritura alfabética. “La imprenta vino después a ayudar a democratizar la posibilidad de leer”, explicó el director de la RAE, y ahora en el siglo XXI los medios digitales “están llenos de palabras que tienen que ser leídas” por lo que reiteró que «leer no es una posición pasiva sino una gimnasia cultural, cerebral, e incluso, de ciudadanía”.
En clave femenina
Darío Villanueva quiso poner el valor las dificultades de la mujer para acceder a la lectura a través de la figura de la escritora mejicana del siglo XVII Sor Juana Inés de la Cruz, que “se hizo monja”, que ingresó en un convento para “estar protegida en su proceso de adquisición del saber y desarrollo de la inteligencia prodigiosa mediante el acto de leer”, al no tener la opición de acceder a la Universidad, ni convertirse en catedrática.
El director de la RAE aseguró que Sor Juana Inés de la Cruz se dedicó por completo a la lectura hasta “convertirse en una gran escritora y una gran sabia” y su vida hay que «ponerla en relación con la reivindicación de la igualdad de la mujer.