El deporte divertido, destinado a escolares que aún no se han decidido por la práctica de una disciplina concreta y que todavía son demasiado pequeños para determinar una preferencia, continúa siendo un éxito entre los más pequeños de las escuelas deportivas de la provincia. En este programa, impulsado desde la Unidad de Gestión y Promoción Deportiva, en el que se combinan ejercicios más propios de la psicomotricidad y el desarrollo de las aptitudes motrices con algunas nociones de atletismo, fútbol o baloncesto, participan cada año centenares de niños que cada cierto tiempo convierten los pabellones de la provincia en espacios de gymkanas deportivas.
Recientemente los pabellones de Carbonero el Mayor y Fuentepelayo, sedes habituales cada año de este programa, han comprobado que el interés por el deporte divertido no decae, recibiendo a 215 escolares en la primera concentración de esta nueva edición y a 345 en la segunda.
Ambas jornadas se celebraron desde las 10:00 hasta las 17:30 horas aproximadamente; un tiempo durante el cual, los equipos procedentes de diecinueve municipios en la primera y dieciséis en la segunda, se fueron dando paso sobre la cancha. Lanzar jabalinas, chutar a porterías con puntuación, saltar en vertical, saltar con los pies juntos o participar en una carrera de relevos fueron algunas de las pruebas que los escolares tuvieron que superar, recibiendo por cada una de ellas una puntuación que servirá después para determinar qué cuatro equipos son los mejores y se clasifican, según las categorías Prebenjamín, Benjamín y Alevín, para la final del 30 de mayo de 2020.
Hasta que ese día llegue, aún quedan muchos pequeños deportistas por demostrar sus habilidades en unas pruebas que celebrarán su siguiente jornada el próximo sábado, 23 de noviembre, en el pabellón de Palazuelos de Eresma.