El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, que comprende las provincias de Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora, destacó hoy la seguridad de las clínicas dentales frente al COVID-19 en el Día de la Salud Bucodental, en el que también destacó la necesidad de ayudar a las personas más golpeadas por la crisis a mantener una correcta salud bucodental como forma de prevenir otras enfermedades más graves.
Según el comunicado remitido hoy a Ical, las clínicas dentales «solo han tenido que adaptar y reforzar medidas muy eficaces que ya realizaban desde hace años» para combatir el COVID-19, lo que se demuestra con una tasa de prevalencia y contagio del virus de solo un 0,9 por ciento en el entorno laboral de estos profesionales entre abril y noviembre de 2020.
Y es que el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región ha seguido el plan de acción puesto en marcha por el Consejo de Dentistas, con recomendaciones marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se recogen, entre otras cuestiones, qué medidas extra de higiene y desinfección se recomiendan.
Entre ellas se encuentran los propios EPI de los dentistas, con mascarilla quirúrgica y FFP2, pantalla facial protectora, doble guante, bata quirúrgica lavable y gorro. La desinfecciones y esterilizaciones del material siguen el mismo procedimiento, puesto que cada vez son más precisas y con ciclos más potentes, solo que dedicándoles más tiempo y más productos químicos.
Solidaridad
No obstante, desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región hacen un llamamiento, en el Día Mundial de la Salud Bucodental, a la solidaridad con las personas más golpeadas con la crisis, a través de iniciativas como la Clínica Odontológica Solidaria de Burgos, avalada por el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española (FDE), que ha continuado funcionando a pesar de la pandemia para atender a 86 personas vulnerables y realizar 535 tratamientos.
Esta clínica, la primera de la región de estas características, funciona gracias a la labor desinteresada que realizan los dentistas voluntarios del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región. Para ser atendidos, los pacientes tienen que ser derivados por trabajadores sociales del Ayuntamiento, de Sacyl y de entidades como Cáritas o Cruz Roja. El tratamiento es preventivo, nunca estético, y tampoco incluye extracciones ni implantes. La visita tiene un precio simbólico de 15 euros.
Su promotor, el dentista José Manuel Díaz, subraya la necesidad de poner en marcha iniciativas como esta clínica, que cada vez acoge a más pacientes. “Actualmente tenemos más de 50 personas en lista de espera, una cifra que seguirá aumentando. Espero que poco a poco vayamos mejorando el rendimiento”, explica Díaz, en relación a una consulta que se encuentra ubicada en un espacio cedido por San Juan de Dios (Burgos), en el que los pacientes son atendidos por más de 20 dentistas, 14 higienistas y 3 auxiliares voluntarios que acuden en horario de media jornada.
Las infecciones más frecuentes son empastes, endodoncias y dentaduras postizas. Para estos casos, cuentan con la colaboración de cuatro protésicos, que han asumido una rebaja de tarifas importante para ofrecer prótesis removibles mucho más baratas que en el mercado ordinario.
Desde el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región consideran primordiales este tipo de iniciativas para preservar algo tan esencial como la salud bucodental de todos los ciudadanos. Por ello, han colaborado con la Clínica Odontología Solidaria de Burgos desde sus inicios con el trabajo desinteresado de sus colegiados y con diversas ayudas económicas para que sigan desarrollando su labor.