El Gobierno regional incluye el Cerro de los Almadenes en el listado de los elementos más relevantes del patrimonio cultural de Castilla y León e incoa su declaración como Bien de Interés Cultural, por las «excepcionales características del yacimiento arqueológico desde el punto de vista cultural, su ubicación en una zona natural privilegiada y la singular acogida por las instituciones y población locales».
Fuentes del Ejecutivo regional indicaron a Ical, que en el sitio de Los Almadenes confluyen distintos valores de tipo cultural y natural que potencian su interés. En este sentido, constataron que si desde el punto de vista de lo estrictamente cultural constituye un testimonio «excepcional» de una actividad económica esencial en los primeros momentos de la romanización de la zona, entre otras fases culturales, su emplazamiento en las inmediaciones del Parque Natural de la Sierra de Guadarrama, en un medio natural de características singulares y gran importancia desde el punto de vista de la biodiversidad aporta valor añadido a su declaración como Zona Arqueológica.
Asimismo, pudieron de relieve que el interés principal de este yacimiento radica en que conserva una notable cantidad de elementos «excepcionales» de tipo minero-metalúrgico de distintas épocas. Junto a ellos, agregaron, son claramente visibles las áreas de machaqueo y lavado del mineral extraído, las escombreras de materiales inertes y mineral desechado y las estructuras arquitectónicas y de tipo industrial correspondientes a la zona de transformación del mineral preparado y el proceso completo de fundición. Junto a la zona industrial se localiza la zona de habitación, administrativa y de control del complejo minero metalúrgico.
Así, constataron que a través de las evidencias arqueológicas del área de Los Almadenes, puede explicarse «sin discontinuidades» el beneficio del cobre desde la prehistoria reciente hasta la Edad Media, a partir de la conservación de restos de todos y cada uno de los procesos mineros y metalúrgicos que se han llevado a cabo en el sitio. «Todo ello convierte al yacimiento en un unicum en el conjunto de la arqueología española», sentenciaron.
Asimismo, expusieron que «al valor cultural y natural se une el valor social». Y es que el Ayuntamiento de Otero de Herreros y los vecinos vienen trabajando desde hace años a favor de este patrimonio, cuya protección jurídica se alcanza hoy con la incoación como Bien de Interés Cultural.
Desde el año 2009 y a lo largo de 12 campañas de excavaciones, un equipo de arqueólogos y técnicos de otras disciplinas de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología lleva a cabo la investigación científica del yacimiento. Igualmente, las corporaciones municipales de Otero de Herreros vienen colaborando, no sólo en asistencia, mantenimiento logístico y aportación económica, sino también en lo referente a divulgación y proyección social del yacimiento, actuaciones que han tenido recientemente su último capítulo con la adquisición, por parte del actual Ayuntamiento, de los terrenos correspondientes a la zona nuclear del yacimiento, junto con la adopción de medidas para la protección y control del bien.
Ese compromiso municipal se une al de la población del lugar, empresas locales y asociaciones, entre las que cobra un protagonismo destacado la Asociación de Vecinos de Otero de Herreros, con el objetivo común de apoyar la dinamización sociocultural del municipio y la generación de recursos a partir de la oferta cultural.