El último censo de aves realizado en el Refugio de Rapaces del Parque Natural del Río Riaza, revela una recuperación de la población de buitre leonado en este paraje, donde Félix Rodríguez de la Fuente impulsó la protección ambiental de la zona.
Así se desprende del censo de otoño realizado el pasado fin de semana, donde intervinieron más de 50 ornitólogos procedentes de distintas zonas de España (Madrid, Segovia, Burgos, Valladolid, Ciudad Real, Albacete, Logroño, Barcelona o Santander). El censo de otoño alcanzó este año su edición número 20 y estuvo organizado por el Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza, y coordinado por el biólogo Juan Prieto Martín. Sus datos provisionales destacan que se contabilizaron 863 buitres leonados. Se trata de un volumen mayor que el de 760 buitres del año anterior, aunque sigue por debajo del récord de 1.117 buitres censados en 2004.
“El resultado concuerda bien con los datos de los censos de primavera y verano, de nidos y pollos”; tanto los de WWF, como los del naturalista Fidel José Fernández, explicó este último.
Desde el Fondo se ha recordado que los buitres son los vertebrados europeos que se reproducen más despacio; y su situación mundial es “la peor de la historia”. En España, a las muertes debidas a distintas causas (veneno, parques eólicos o tendidos eléctricos) se añaden otros problemas como el hambre ocasionada por la desaparición de muladares.
En el nuevo censo de otoño se han registrado casi todas las especies de aves presentes en esta época del año. Se han observado 14 especies de aves rapaces. Destaca la observación de un águila calzada, especie migradora que muy pocas veces se ha visto allí en noviembre. Existen 22 especies de aves acuáticas, 17 en el embalse de Linares y otras cinco sólo en zonas húmedas cercanas de Burgos; desde las garcetas grande y común, hasta el rascón oído. Se han visto y fotografiado bastantes bandos de grullas, en vuelo o posadas en el embalse; probablemente es éste el censo de otoño en que se han anotado más grullas, que este año parecen haber modificado un poco las fechas más habituales de su paso por la comarca. Entre los mamíferos llaman la atención las nuevas filmaciones nocturnas, con cámaras automáticas y luz infrarroja, de especies como la garduña, el corzo, o el jabalí.