Quienes le conocen saben que es merecedor de este reconocimiento. Él, junto a su inseparable Chon y con la sonrisa cotidiana de Rocío, recibe cada día en el Restaurante José María, en plena Plaza Mayor de Segovia, donde no solo se sirve cochinillo, sino también cercanía, constancia y una forma muy personal de entender la hospitalidad.

Su trabajo incansable por convertir el cochinillo en una marca de calidad reconocida dentro y fuera de la ciudad, así como el impulso dado en 2025 para que este producto sea reconocido como Indicación Geográfica Protegida (IGP), representan un esfuerzo colectivo que ha acabado identificándose con el nombre de José María Ruiz Benito.

El Ayuntamiento de Segovia ha reconocido este martes esa trayectoria concediéndole el título de Hijo Predilecto de la ciudad, una distinción que ha sido aprobada por unanimidad en el Pleno municipal, con el respaldo de todos los grupos políticos. La propuesta, que partió de la Federación Empresarial Segoviana, tenía el objetivo de reconocer públicamente la trayectoria profesional y humana de José María Ruiz Benito, así como su contribución decisiva a la proyección de Segovia a través de la hostelería y del emprendimiento. Para la organización empresarial, se trata de un «reconocimiento justo a una figura clave del tejido económico y social de la ciudad»,

El empresario cercano

José María Ruiz Benito es uno de los mayores exponentes de la gastronomía segoviana y un ejemplo reconocido de equilibrio entre el respeto a las tradiciones de los antiguos mesoneros castellanos y la capacidad de adaptación de la cocina tradicional a los gustos y exigencias del presente. Una trayectoria construida desde la constancia, el conocimiento del producto y una visión amplia del oficio hostelero.

Sus comienzos profesionales se remontan a los años sesenta, con una formación sólida que le llevó a pasar por todos los departamentos del restaurante, desde la cocina hasta la sala. En sus años jóvenes se especializó en el mundo del vino como sumiller y, ya en 1971, fue seleccionado para representar a España en el primer concurso mundial de sumilleres organizado por la Oficina Internacional de la Vid y el Vino en Milán, donde obtuvo la medalla de bronce con diploma de honor y el título de maestro copero internacional, compitiendo con profesionales de 42 países.

En 1982 decidió establecerse de manera independiente con la apertura del restaurante José María en la calle Cronista Lecea, en pleno recinto histórico de Segovia, junto a la Plaza Mayor. Desde ese momento, su objetivo fue claro: renovar la cocina tradicional de la región, adaptando con creatividad y sello propio los productos autóctonos segovianos a las nuevas tendencias, sin perder la naturalidad de sabores y aromas que definen cada plato.

Esa inquietud empresarial le llevó también a impulsar proyectos clave para la gastronomía y el sector agroalimentario. En 1987 participó en la creación de una plantación de viñedo y bodega en Peñafiel, origen de los vinos del Pago de Carraovejas. Paralelamente, desarrolló su propia corte-criadero de cochinillo, impulsó estudios sobre razas y nutrición.