El Museo Zuloaga de Segovia acoge la exposición ‘La Cueva de la Griega, arte de muchos tiempos’ sobre el Proyecto de Difusión de Recursos Patrimoniales de la Villa de Pedraza, como uno de los enclaves prehistóricos e históricos más importantes de la localidad. Esta exposición estará abierta al público hasta el 31 de enero y su horario de visita será de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, según la información publicada por la Agencia ICAL.
Este iniciativa forma parte del del Plan PAHIS 2020 del Patrimonio Cultural de Castilla y León, con una inversión total de 32.930,84 euros cofinanciada con Fondos FEDER. La muestra dedicada a este singular santuario que contiene manifestaciones de arte y epigrafía rupestres que ilustran diferentes periodos y reúne reúne información e imágenes sobre los grabados prehistóricos, romanos y medievales que posee
El delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías, visitó la exposición sobre este santuario rupestre desde finales del Paleolítico, con manifestaciones de arte y epigrafía que ilustran diferentes periodos del pasado prehistórico e histórico. La muestra quiere promocionar y divulgar este bien cultural y explicar de forma sencilla las características de la cueva y el contexto en el que se enmarcan los diferentes grabados encontrados en ella. También aporta información sobre las diferentes investigaciones y actuaciones llevadas a cabo para acrecentar el conocimiento del enclave, y destaca el valor cultural e histórico de esta joya del patrimonio segoviano.
La muestra se enmarca en el Proyecto de Difusión de Recursos Patrimoniales de la villa segoviana de Pedraza, que incluye la difusión de dos enclaves de este municipio: la Cueva de la Griega y la Torre de la Hontanilla. En el Museo Zuloaga solo se expone la correspondiente a la Cueva de la Griega, el proyecto completo se mostrará en febrero en Pedraza, y reunirá información sobre la Cueva y la Torre, además de dos vídeos documentales sobre cada uno de los dos espacios patrimoniales.
La Cueva de la Griega
La cueva de la Griega se encuentra en el piedemonte de la Sierra de Guadarrama. Los grabados hallados la convierten en una referencia imprescindible para el estudio del arte prehistórico y de la epigrafía romana rupestre de la Meseta Norte, por su extensa serie de grabados paleolíticos, postpaleolíticos e inscripciones romanas.
Llama la atención por su reitirada presencia humana a lo largo de la historia, desde el Paleolítico avanzado a la Edad de Bronce o primeros años de la Edad del Hierro, y durante los siglos del I al III d.C. También hay epigrafías datadas de los de los XIII y XIX. Se han descrito 119 grabados del Paleolítico Superior y 311 del postpaleolítico de una antigüedad de entre 13.000 y 11.500 años. Los grabados son de carácter zoomorfo, con ciervos, caballos, peces o bóvidos; antropomorfos y signos. Los grabados postpaleolíticos corresponde al III o I mileno a.C. y en cuanto a su temática, predominan las abstracciones de carácter geométricos, sin que se hayan hallado de esta época figuras humanas o zoomorfos.
Otro centenar de los grabados corresponden a inscripciones de época romana. Se desconoce el motivo por el que la población romana penetró en la cueva para realizar los grabados. Pero resulta curioso que las grafías romanas respetan los dibujos paleolíticos, ya que situaron sus letreros cerca de las grabados antiguos, sin afectar a estos.
La mayoría de estas inscripciones romanas son nombres personales, junto con el nombre de dos divinidades romanas. También se han encontrado ciertas fórmulas empleadas por los romanos de carácter votiva-religiosa, como la expresión ‘votum solvit’, (‘cumplió la promesa’), lo que confirma el uso de la cueva como santuario. Los grabados correspondientes a momentos medievales, modernos y contemporáneos prueban que la cueva fue frecuentada por visitantes a lo largo de la historia.
Difusión en el siglo XX
Según la información de la Delegación Territorial de la Junta, la Cueva de la Griega fue descubierta en 1898 por Tomás y Llorente, pero entonces no detectó grabados rupestres ni restos arqueológicos de ningún tipo. No fue hasta 1970 cuando E. Ballesteros y J. Herrera, de la Sección Espeleológica de la Sociedad Deportivo-Excursionista de Madrid, descubrieron un caballo grabado sobre arcilla existente a unos 45 metros de la entrada de la Cueva.
A partir de entonces, comenzaron a descubrirse nuevos grabados y se forja la necesidad de realizar un proyecto de investigación en profundidad denominado ‘Inventario, estudio y conservación del arte rupestre prehistórico en Castilla y León (1989-1993), financiado por la Junta de Castilla y León en colaboración con el Ministerio de Cultura.
En 2010 se reanudaron los trabajos en el marco de un nuevo proyecto financiado por la Junta, en el que se dio prioridad a la aplicación de nuevas tecnologías en la documentación y conservación del arte parietal de la Cueva de la Griega.
El proyecto cultural pone de manifiesto la singularidad de los bienes y al mismo tiempo el alto grado de representatividad histórica de ambos: de un lado, la Cueva de la Griega, santuario del arte rupestre segoviano desde el Paleolítico, y de otro, la fortificación de una de las comunidades de villa y tierra en que se articuló la repoblación medieval al sur del Duero.
El Proyecto de Difusión de Recursos Patrimoniales de la villa segoviana de Pedraza se enmarca en la serie de Proyectos Culturales que constituyen una iniciativa puesta en marcha por el Plan del Patrimonio Histórico de Castilla y León 2004-2012 (PAHIS) y continuando por el Plan PAHIS 2020 de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Estos proyectos culturales emplean una metodología de carácter interdisciplinar y una programación de participación y difusión pública. Por otra parte, promueven la concertación y el mecenazgo como fórmula de corresponsabilidad y de sensibilización social del valor del patrimonio cultural.
Imagen de la noticia de Turismo de Segovia.