El coordinador y varios miembros de la Agrupación de Protección Civil de Segovia dimiten de su puesto por no haber sido movilizados durante esa jornada.

 

El alcalde accidental de Segovia, Jesús García, afirmó hoy que la actuación de los Bomberos y la Policía Local el pasado 26 de agosto ante la fuerte tormenta que descargó sobre Segovia fue “intachable”, tras la decisión del responsable de la Agrupación de Protección Civil de la ciudad y varios miembros de renunciar a su puesto, entre otras razones, por haber sido movilizados durante esa tarde noche en el desalojo de los vecinos de un edificio del barrio de San Millán por un enorme socavón provocado por las lluvias.

Jesús García expuso que no sabía el número concreto de voluntarios de Protección Civil que han dimitido asegurando que han esgrimido diferentes razones “personales, laborales, por tener trabajo en otro sitio” y también porque “no están de acuerdo” con que no se les movilizara para intervenir por las lluvias de “la reciente tromba de agua” que obligó a desalojar a los vecinos.

El alcalde accidental aseguró que “no se les activó por razones técnicas” y que la actuación de los Bomberos y y de la Policía Local fue “intachable”, haciendo lo que tenían que hacer porque de lo que se trataba era de “preservar la integridad de las personas y su seguridad”, para después “entrar y asegurar el edificio”. Durante esa tarde, cayeron en la ciudad, más de 30 litros por metro cuadrado de agua y granizo.

Jesús García quiso agradecer públicamente a todas las personas que, hasta la fecha, “han estado y están” en la Agrupación de Protección Civil de Segovia por “su dedicación y mejor voluntad para prestar un servicio de esta naturaleza”. Por otro lado, anunció que la próxima semana se podrán en marcha un nuevo periodo de inscripción para que puedan apuntarse todos los ciudadanos que estén interesados en ser voluntarios.

El alcalde accidental de Segovia recordó también que siguen adelante los trabajos para reparar el socavón que causó la lluvia torrencial del pasado 26 de agosto en la plaza Aurelio Hernández, en el barrio de San Millán, que se tragó una furgoneta y un vehículo, y obligó a desalojar a los vecinos de un bloque de viviendas por seguridad.

Los equipos municipales están procediendo a realizar una comprobación exhaustiva del estado de la bóveda del río Clamores, para “reconocer palmo a palmo” el estado del recorrido del río entubado, con el objetivo de evitar nuevos incidentes y de “poder tomar las medidas técnicas” que sean necesarias.