Según un estudio realizado por la consultora Delivering Happiness, el 85% de los empleados en el mundo no se siente comprometido con su trabajo. Lo que implica, según explica en un comunicado, un gran problema para el tejido empresarial, ya que los lugares de trabajo no productivos les cuestan a las empresas casi 1 millón de euros al año por cada 500 empleados y cada “contratación incorrecta” significa pagar entre un 150% y un 300% extra del salario anual de ese empleado.
El estudio concluye que «los empleados felices aumentan la productividad de las empresas en un 88% y el compromiso de los empleados y la retención de talento en estos entornos puede crecer hasta un 41%».
“Las compañías necesitan buenos líderes capaces de gestionar equipos de forma ágil y efectiva, sin obviar sus emociones y salud mental”. Afirma Carlos Piera, CEO de DH España y CSO DH Global. “Un empleado feliz es más optimista, más resiliente ante el cambio, más creativo y está mucho más motivado y comprometido con la compañía, por eso su bienestar debe ser una prioridad para cualquier empresario”