La consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, explicó hoy que es “necesario” un “mayor protagonismo de las empresas” de la Comunidad para impulsar la Formación Profesional Dual. Según apuntó, en el curso 2019-2020 Castilla y León tenía 461 empresas implicadas en la FP Dual y 1.058 alumnos, 160 empresas y 350 alumnos más que en el curso precedente. “Harían falta muchísimas más empresas”, reconoció tal y como recoge Ical.

“Desde la Consejería de Educación apostamos por la Formación Dual. Fuimos de las primeras autonomías que establecimos un decreto y una regulación de la Formación Dual en base a la normativa estatal, que nos permitía ese desarrollo, y vemos que para impulsarla es preciso que las empresas ofrezcan más puestos de aprendiz y poder hacer prácticas en ellas”, señaló.

En declaraciones recogidas por Ical, Lucas recordó que el gobierno autonómico ha suscrito recientemente un convenio de en torno a 500.000 euros con Empresa Familiar, que permite participar a las más de cien compañías que conforman la agrupación, y aportar puestos de aprendiz y mecanismos que permitan tener esa formación dual.

Para avanzar en la materia, desde la Junta han reclamado al Ministerio de Educación y Formación Profesional que modifique la normativa básica de la Formación Dual. “Llega un momento que nuestro tejido productivo no permite avanzar al ritmo que quisiéramos en la Formación Dual: no tenemos macroempresas, nuestro tejido industrial se sustenta en pymes y micropymes, y eso hace que tengamos que ayudar en la tutorización y a establecer los mecanismos necesarios. La Formación Dual no son unas prácticas de tres meses, implican prácticamente un año de estar formándose en la empresa, y por tanto necesitamos que se modifiquen esa normativa para tener un desarrollo propio de la Formación Dual en nuestro tejido industrial”, defendió.

En ese sentido, explicó que “sería deseable que se pudieran hacer utes de empresas”, y que en sectores como la automoción, por ejemplo, las empresas se pudieran coordinar entre ellas, “para que la práctica en una pequeña empresa permitiera que se pudiera contratar luego en otra empresa”. “Actualmente, tiene que ser vinculado con un centro de trabajo determinado, y eso implica un tutor, e igual en una empresa de tres trabajadores no puede dedicar a un trabajador a que ejerza de tutor”, aclaró.