El Ayuntamiento de Casla (provincia de Segovia) y la Junta de Castilla y León han dado luz verde a la urbanización “Eras de Arriba”, de 56 viviendas, ubicada en el sabinar de Casla, un municipio segoviano que cuenta con más de un centenar de solares sin edificar y 160 habitantes empadronados. 

Ecologistas en Acción de Segovia cree que Casla cuenta ya con suficiente suelo urbano y ha decidido impugnar la decisión ante los Tribunales.

El terreno municipal que se pretende edificar se encuentra en el paraje de las Eras de Arriba, en la parte alta del casco urbano. Forma una gran cuña que se adentra en los Sabinares de Casla, dentro del Parque Natural de la Sierra de Guadarrama. Los terrenos están rodeados en dos de sus flancos, por los frondosos bosques  pertenecientes a la Zona de Especial Conservación Sabinares de Somosierra, que es un Hábitat prioritario protegido, constituido por bosques endémicos de enebro que forma parte de la Red Natura 2000. Es atravesado en toda su longitud por una vía pecuaria, el Cordel de las Eras de Arriba, que une los sabinares con la Cañada Real Soriana Occidental.

La aprobación se produce tras el fallo del Tribunal Constitucional  (sentencia de 13 de noviembre de 2019 sobre la ilegalidad de la urbanización de la Isla de Valdecañas en Cáceres) que deja claro que las áreas pertenecientes a la Red Natura 2000 se deben proteger y no se pueden urbanizar.  A pesar de ello, el acuerdo adoptado por la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo, el 16 de septiembre de 2016, fue ser publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León con fecha de 4 de diciembre de 2019.
La nueva urbanización cuenta con una Declaración de Impacto ambiental favorable, que ha caducado en febrero de 2019.

Ecologistas en Acción de Segovia lamenta el modelo de urbanización aprobado, que pretende vender “medio ambiente” a costa de su propia destrucción, con pérdida de la biodiversidad y reducción del territorio natural protegido.

Ecologistas en Acción de Segovia ha impugnado ante los Tribunales la aprobación de la urbanización en este espacio protegido, pues entiende que Casla no puede servirse del argumento de la necesidad de nuevos solares para fijar población, de un lado porque es una  urbanización para segundas viviendas y turismo, y de otro y sobre todo, porque en el casco urbano de este bonito pueblo, con algunos bellos ejemplares de arquitectura tradicional, chalets ajardinados y huertas, hay más de un centenar de parcelas sin edificar.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ya emitió una sentencia el 25 de octubre de  2013 sobre una urbanización similar en la cercana población de Aldealengua de Pedraza, también Parque natural y Red Natura 2000, que anuló una urbanización de 50 viviendas por contar ese municipio con 107 solares sin edificar.

Ecologistas en Acción recuerda que los alcaldes tienen capacidad jurídica para  promover la construcción de los solares sin edificar, y que los propietarios no los pueden dejar abandonados, puesto que la propiedad tiene que cumplir su función social. La Junta de Castilla y León debería crear un fondo para estos fines.

La nueva urbanización tampoco supondría la primera agresión al sabinar, pues hace media docena de años el sabinar sufrió una concentración parcelaria que ha hecho estragos ambientales y paisajísticos sobre el territorio, pues fue abierta una red de calles a través del sabinar, cuya utilidad es muy dudosa.