El equipo de la Universidad de Valladolid, formado por Pablo Arlanzón y Laura Valencia y coordinado por la profesora María Jesús González, fueron los ganadores de la edición del año 2018 del programa FORCE Estudiante del Año de CooperVision.

La final FORCE (Future Ocular Research Creativity Event, por sus siglas en inglés) tuvo lugar en el Centro de Innovación de CooperVision en Budapest (Hungría) los días 12 y 13 de mayo. Asistieron equipos formados por estudiantes y sus supervisores profesores de once países.

Los ganadores del programa FORCE 2018 de este año han sido Pablo Arlanzón y Laura Valencia del Grado en Óptica y Optometría de la Universidad de Valladolid. Supervisados por María Jesús González, y llevado a cabo junto con Cristina Arroyo y Alberto López, del Grupo de Superficie Ocular del IOBA, esta investigación evaluó la sintomatología, función visual y signos clínicos en pacientes después del uso de dos tipos de lentes desechables mensuales con dos diseños ópticos diferentes, siendo uno de ellos especialmente dirigido para aliviar la fatiga visual digital.

FORCE es una competición anual en el campo de las lentes de contacto, reuniendo los mejores estudiantes de las facultades de optometría de toda Europa. Se invita a los estudiantes a llevar a cabo un proyecto de investigación y presentar los hallazgos encontrados sobre un tema relacionado con las lentes de contacto.

Los ganadores de cada país llegan a la final europea compitiendo por el título de Estudiante del Año FORCE de CooperVision. El premio consiste en un pack de asistencia a un congreso internacional sobre lentes de contacto incluyendo el pago del registro, viaje y alojamiento.

El jurado estuvo compuesto por los prestigiosos optometristas Pascale Dauthuile (presidenta de la Asociación de Expertos en Lentes de Contacto, Francia), Elena García Rubio (Instituto Nacional de Optometría, Madrid, España), Dr. Eef van der Worp (Universidad de Maastricht, Holanda) y como presidente del jurado Profesor James Wolffsohn (Universidad de Aston, Reino Unido).

Los trabajos podían consistir en ensayos clínicos, revisión de publicaciones clínicas o informes sobre casos reales. Son evaluados teniendo en cuenta las evidencias y la importancia del proyecto presentado.