No hay lugar a dudas: visitar Segovia es visitar sus principales monumentos: Acueducto, Alcázar y Catedral. Así lo dicen las cifras y así se nota cada día en el principal eje turístico que recorren miles de ciudadanos: desde la Plaza del Azoguejo, pasando por la conocida como calle Real hasta la Plaza Mayor y posteriormente tomando la calle Marqués del Arco y la calle Daoiz hasta el Alcázar de Segovia que, por cierto, este 2019 batió su récord de visitantes en un mes de agosto con 84.251 personas.
Pero, ¿qué lugares hay que visitar para tener una imagen más completa de la ciudad? Los lugares menos conocidos de Segovia nos regalan estampas únicas y mágicas que bien merecen la pena para alargar el viaje con calma. Si te decides a visitarnos no puedes dejar de recorrer estos diez lugares con encanto menos conocidos de Segovia.
Sencillamente mágico. La Puerta de Santiago acoge la colección de títeres que el maestro Francisco Peralta, primer titiritero en conseguir la Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes, donó a la ciudad de Segovia. Las 38 piezas representan personajes de obras de teatro tomados del romancero popular, argumentos musicales de autores consagrados, la literatura clásica y la narrativa infantil de calidad. En su recorrido, se muestran distintos sistemas de manipulación: hilos, engranajes y articulaciones, maquinarias, varillas, asas o peanas.
El complejo de la Real Casa de Moneda de Segovia es un espectáculo en sí mismo. Es uno de los pocos edificios fabriles del siglo XVI que ha llegado casi intacto hasta nuestros días. Se halla en la margen izquierda del río Eresma y fue construido por el arquitecto Juan de Herrera para Felipe II, que estableció en él una ceca que introdujo en España la técnica de acuñación en España mediante rodillo. Además, alberga el Centro de Interpretación del Acueducto para explicar la íntima relación de Segovia con el agua y el bucólico Jardín del Rey en dónde se organizan actividades como conciertos en época estival.
3. CINTURÓN VERDE (VALLES DEL ERESMA Y CLAMORES)
Te aseguramos que no te vas a arrepentir de quedarte un Segovia un par de días más para hacer este paseo rodeado de naturaleza alrededor de la ciudad. Ubicada en un valle, Segovia está rodeada por los ríos Eresma y Clamores. Las orillas del río Eresma esconden grandes tesoros naturales y monumentales como San Vicente el Real o el Monasterio de El Parral, el Romeral de San Marcos, la iglesia de la Vera Cruz, o el Santuario de la Virgen de la Fuencisla entre otras muchas cosas. El Clamores te sumerge en una frondosidad que parece alejarte de la ciudad y además te sorprende con un patrimonio geológico digno de conocer.
El cementerio judío de Segovia se situaba en la ladera izquierda del río Clamores y abarcaba el espacio amurallado comprendido entre la Puerta de San Andrés y la Casa del Sol. Aunque no es posible establecer una datación cronológica con un mínimo de precisión dada la ausencia de losas sepulcrales, sí es posible visitar los sepulcros tras las sucesivas campañas arqueológicas realizadas. Un espacio en plena naturaleza que nos habla de la ciudad de culturas y contrastes que fue Segovia. El acceso al cementerio es libre y se encuentra señalizado desde el barrio judío.
5. CASA MUSEO DE ANTONIO MACHADO
Uno de los poetas más famosos de España, Antonio Machado, vivió en Segovia entre los años 1919 y 1932 ocupando la habitación de una casa en la calle de los Desamparados que hoy en día se mantiene prácticamente intacta tal y como la habitó. Reconvertida en museo en su memoria, se pueden contemplar los mismos muebles. De las paredes, cuelgan diferentes versiones de su retrato, sacadas de viejas fotografías o plasmadas en y óleos, dibujos y carteles que llevan las firmas de Rafael Peñuelas, Jesús Unturbe, Álvaro Delgado y Pablo Picasso.
La judería de Segovia fue un barrio de la ciudad habitado por la comunidad hebrea al menos desde el siglo XII y hasta su expulsión mediante el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos en 1492. Constituyó en su momento una de las comunidades más ricas y pobladas de toda Castilla. Se trataba de un recinto cerrado por siete puertas y cuyo eje principal fue la actual calle de Judería Vieja hasta la Puerta de San Andrés. Tras una puesta en valor exquisita, el paseo por sus calles evoca al barrio medieval que fue La Judería. Imprescindible visitar la iglesia del Corpus Christi, antigua Sinagoga Mayor.
Se trata de un sencillo espacio con un encanto especial del que se puede disfrutar por ejemplo sentado mientras lees un libro. Aquí no encontrarás grandes historias ni la monumentalidad de otros espacios, pero sí unas vistas preciosas al valle del Eresma desde la propia Muralla de la ciudad a la que puedes acceder subiendo unas escaleras. Sencillamente nos enamora este lugar escondido de la ciudad. Parece que nadie se lo espera, pero ahí está, junto a la Puerta de Santiago que alberga el Museo del Títere. No dejes de pasar por él para relajarte un rato en tu ruta.
El cerco de la muralla que rodea la ciudad, con un perímetro de más de 3.000 metros, nace y muere en el Alcázar. Puedes recorrer y disfrutar de las vistas de gran parte de este monumento recuperado hace tan solo unos años a lo largo de tu visita a Segovia. De las cinco puertas que tenía: Santiago, San Cebrián, San Juan, San Martín y San Andrés; permanecen las de Santiago y la de San Cebrián en el lado norte, y San Andrés en el lado sur. Tiene su propio Punto de Información Turística y además se organizan actividades en su adarve.
Camino de Zamarramala se halla la Iglesia de la Vera Cruz, fundada por los Caballeros de la Orden del Santo Sepulcro en 1208, aunque la tradición popular la viene, desde tiempo inmemorial, atribuyendo a los Templarios. La iglesia, de planta dodecagonal, posee un interior muy sobrio y emocionante, con un halo misterioso. Tiene dos plantas con bóveda de crucería al estilo musulmán, y restos de pinturas. Puedes aprovechar el paseo hasta esta preciosa iglesia para pasarte y descansar en la Pradera de San Marcos con unas vistas espectaculares del Alcázar de Segovia o para visitar el Santuario de la Fuencisla.
10. LAS MEJORES VISTAS DE LA CIUDAD
Sin lugar a dudas puedes capturar o simplemente disfrutar de las mejores vistas panorámicas de la ciudad desde el mirador del Alcázar y los dos Valles. Para acceder a él, tendrás que andar hasta la Puerta de Arévalo (pasando el Santuario de la Fuencisla) y tomar las escaleras de la izquierda que suben al mirador. Poco a poco la ciudad se erige sobre la piedra ante nuestra mirada para regalarnos todo el espectáculo del ‘buque de Castilla’, ese Alcázar de Segovia que parece convertirse en un barco atravesando la ciudad.