DOBLE RETO UNIENDO CAMINOS A CONTRACORRIENTE. Por Abel de Frutos

Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

El quijote – Miguel de Cervantes Saavedra

Sigue leyendo y sabrás luego el porqué porqué de cita.

Toca hacer noche en hotel en Simancas paso la tarde descansando y recibo la visita de Cecilio con el que comparto un rato. Cuando se marcha me acerco a un restaurante de la plaza de Simancas para cenar una pizza y acostarme pronto.

Hoy es una etapa “corta”, “easy run”, “lavapatas”,“tranquila”. Vamos que tras las dos primeras etapas y teniendo en cuenta que hoy “sólo” correré 45 kilómetros me lo quiero tomar con tranquilidad.

Despierto a las 5am como los días anteriores para continuar con la misma rutina, desayuno y un poco de descanso antes de salir. No tengo buenas sensaciones,tengo pesadez de estómago y me temo que lo que debería ser una etapa “fácil” se complique. Pero justo al leer el WhatsApp me encuentro con la gran noticia de que Ángela (una compañera de la Aneja) ha conseguido que emitan acerca del reto en Telecinco, veo las imágenes y me da un subidón, además recibo un mensaje de ánimo de Ángel uno de los niños afectados y se me olvidan todos los males.

Con esas, me dispongo a salir, día fresco y con bastante viento que no facilita el correr. Pronto me doy cuenta de que lo del viento no es algo aislado, pues a los pocos kilómetros de Simancas comienzo a encontrarme molinos de viento (si, esto es Castilla, pero no la de la Mancha donde transcurre la cita que os puse antes).

Entre campos de cereal y molinos de viento van pasando los kilómetros, Ciguñuela, Wamba, Peñaflor de Hornija, Castromonte y finalmente Valverde de Campos, únicopueblo en el que veo seres humanos (más allá de gigantes moviendo los brazos en círculos). Allí sello mi acreditación.

Como podéis suponer, el número de peregrinos vistos en esta etapa asciende al número de cero, exceptuando que afalta de 400 metros para llegar al albergue del monasterio de Santa Clara me encuentro con un italiano que no logra dar con el albergue. Allí esperando, hay otra italiana pues el “hospitalero” como así se auto llama todavía no ha llegado. Abuelete encantador que nos registra y hasta se ofrece a lavarnos la ropa.

Ya solo queda descansar para atacar la cuarta etapa que transcurrirá entre Medina de Rioseco y Sahagún, en donde enlazaré con el camino francés para recorrer 64 kilómetros por AEFAT en busca de una cura para la ataxia telangiectasia y dónde me esperará Ana para darme apoyo tras cuatro días en solitario. Ya sabéis, si queréis apoyarnos podéis hacerlo en migranodearena.org.