En plena Sierra de Pradales, la pequeña localidad de Castrojimeno se enclava en unos materiales geológicos especialmente singulares, al localizarse en uno de los mejores afloramientos de bioconstrucciones arrecifales del Cretácico Superior. De hecho, permite establecer unas condiciones paleoambientales tropicales o subtropicales, semejantes a las de Las Bahamas o la zona caribeña. Se trata de la colonia de arrecifes de coral fosilizados (86 millones de años-Coniaciense superior) más importante de la provincia de Segovia, según se explica desde la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, a la que pertenece Castrojimeno. Muchos  de esos arrecifes han sido utilizados por los vecinos para adornar calles y casas. Para el geólogo Javier Gil, que ha estudiado este arrecife durante una década, “los rudistas de Castrojimeno constituyen un caso único de conservación”. Este proceso geológico ha sido descrito en varias publicaciones de geólogos españoles despertando el interés de otros expertos en todo el mundo.

La zona más espectacular se encuentra junto a Castrojimeno, donde las rocas muestran muchos y variados fósiles de invertebrados marinos como moluscos o corales que los especialistas interpretan como que este entorno se creó hace unos 85 millones de años, cuando en estas latitudes existió un arrecife marino. Además, los estudios sobre la zona aseguran que en el Cretácico Superior, hace entre 87 y 67 millones de años, la zona oriental de la provincia de Segovia, se encontraba bajo un mar cálido, subtropical.

El Ayuntamiento de Castrojimeno quiere potenciar este importante recurso geológico y desde hace unos años son varias las iniciativas desarrolladas, entre las que se encuentran tres recorridos geológicos por el arrecife, que ya empiezan a tener una buena respuesta por parte de visitantes de toda España. La asociación Geología de Segovia también está implicada en la puesta en valor de este espacio singular y anima a conocerlo. Así, indica que la primera ruta, de unos cuatro kilómetros, es la que tiene un nivel geológico algo más alto, desde la secuencia sedimentaria del arrecife, el arrecife en sí mismo, hasta Tectónica de Placas. La segunda, de apenas un kilómetro, es la más sencilla; se trata de una pequeña ruta por el interior del pueblo donde se han usado las rocas que conforman el sustrato geológico del pueblo, así que sin moverse demasiado se puede conocer el patrimonio geológico de la villa de Castrojimeno. Y la tercera, de unos seis kilómetros, tiene un carácter más paisajístico. Y es más larga, ya que se inicia viendo los puntos clave del arrecife y sigue por el arroyo hasta la fuente Grande, viendo la influencia de este curso fluvial en la vida de la villa.

El arrecife de Castrojimeno es uno de los numerosos lugares de interés geológico (LIG) de la provincia de Segovia, que desde el el órgano de turismo de la Diputación, Prodestur, también se quiere promocionar. Las hoces de los ríos Duratón y Riaza, la falla inversa de Zarzuela del Monte, la discordancia geológica de Santibáñez de Ayllón, meca de estudiosos a los que este fenómeno natural ha ayudado a datar la cronología de la historia geológica de España, son sólo algunos ejemplos del más de centenar de LIG que hay catalogados en la provincia de Segovia, como también lo son el Berrocal de Ortigosa del Monte o la Risca de Valdeprados.

A lo largo de este año, se ha colgado en la página web de Prodestur, www.turismosegovia.es, información sobre los 145 LIG que hasta ahora están catalogados en el territorio segoviano, cifra que podría ser superior una vez actualizada. Gracias a la aportación documental de la Asociación Geología de Segovia, esta provincia se convertirá en la primera provincia en disponer de un inventario completo de recursos turísticos geológicos.

Otro alternativa turística que ofrece la provincia de Segovia, ideal para descubrir estas Navidades.