El Museo de Segovia, invita a los ciudadanos a descubrir el rico patrimonio histórico segoviano a través del ciclo de conferencias «Encuentros de arqueología en el museo». La próxima cita cultural tendrá lugar el 18 de abril en la sala de conferencias del museo (con entrada libre hasta completar el aforo) y se centrará en la ciudad romana de Duratón, «Confluentia», que estuvo asentada en la localidad de Sepúlveda.La conferencia se enmarca en el bloque temático titulado “De las primeras ciudades a tierra del Imperio: Segovia en la Antigüedad”.
El conferenciante encargado de explicar los inicios, apogeo y ocaso de esta ciudad a través de los hallazgos arqueológicos correrá a cargo del propio director del Museo de Segovia, Santiago Martinez Caballero. Especializado en Geografía e Historia, Martinez Caballero ha dirigido siempre sus investigaciones en el ámbito de la Arqueología clásica, destaca su especial atención al mundo romano. Entre sus proyectos de investigación arqueológica destacan las excavaciones llevadas a cabo en Tiermes y Duratón. Además, es autor y coautor de diferentes libros y publicaciones sobre arqueología e Historia Antigua.
Santiago Martinez Caballero se encargará de exponer durante la conferencia las últimas investigaciones arqueológicas dirigidas desde el año 2000 por el propio director del Museo y el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Julio Mangas Maniarrés. Estas investigaciones han permitido documentar parte del habitual conjunto de componentes arquitectónicos que existían en estas ciudades romanas. En el caso de la antigua ciudad de Confluentia destaca la monumental rampa de acceso a la ciudad desde el río Duratón; un amplío edificio en el centro de la ciudad que pudo pertenecer a unas termas de las que se extrajeron entonces unos mosaicos que en su día decoraban el Palacio de Aranjuez. Por otro lado, también destaca, por su singularidad y amplitud, el Forum Pecuarium-campus, es decir, el mercado de ganado y área de esparcimiento multifuncional situada en el área suburbana.
El desarrollo de esta ciudad, que alcanzó el rango municipal en época flavia (años 70 d. C.), respondió a un sistema económico donde tuvo un peso específico el tráfico comercial interregional y las actividades ganaderas, derivadas del pastoreo y las artesanías en materiales animales.
La ciudad vería restringir su población tras el asentamiento de los visigodos en el centro de Hispania, desde el s. V d. C., hasta que de nuevo su población abandonaría definitivamente el lugar para ocupar, al menos desde el siglo IX la naciente villa de Sepúlveda, como centro urbano principal del alto valle del Duratón.