El comité de empresa de Resto de Consejerías y la Junta de Personal Funcionario de la Administración de la Comunidad de Castilla y León en Segovia, como representantes del personal que presta su servicios en la Biblioteca Pública, denunciaron “las lamentables condiciones” en las que desarrollan su trabajo y que también afecta a los usuarios que vienen soportando, cuando la temperatura exterior baja de los diez grados, en el interior nunca se superan los 17, hechos de los que se hace eco la Agencia Ical.
“Desde el pasado puente de la Constitución, periodo en el cual comenzó de verdad el frío en Segovia, las temperaturas no superan en ningún caso los 17 grados, oscilando entre 12 y 17 grados, condiciones termo higrométricas en las que estos empleados públicos tienen que cumplir con su trabajo y responsabilidades”, subrayaron en nota de prensa.
La Biblioteca Pública de Segovia, dependiente del Servicio Territorial de Cultura de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia, cuenta con un sistema de climatización mixto, mediante suelo radiante e inyección de aire caliente o frio dependiendo de la época, lo que por las características del mismo haría que fuera ideal para el tipo de edificio en el que está proyectado, pero, según denunciaron, “se dan muy diversos problemas” que se perpetúan en el tiempo y que desde el comité de empresa, así como desde la Junta de Personal, pusieron en conocimiento de forma reiterada a la administración regional mediante escritos, reuniones del comité de seguridad y salud laboral.
Lamentaron que este a priori sistema de climatización ideal se convierta, año tras año, “a la pesadilla que están sufriendo los trabajadores y usuarios que desarrollan su actividad en el centro”. Además explicaron que este sistema es “controlado” en remoto por una empresa no ubicada dentro de la Comunidad.
Según su versión, este control se realiza cuando a esta empresa le viene bien o cuando pueden personándose raras veces para solucionar el problema, pues con no coger el teléfono tienen suficiente y muchas veces no dando la solución oportuna a las necesidades del centro, pues en determinadas estancias la temperatura es muy elevada mientras que en otras no se llega a los requerimientos mínimos indicado en la anterior normativa de referencia.
“Trabajadores y usuarios, sabemos lo que son las mañanas heladoras de Segovia y los mediodías de calor, al no contar con personal adecuado para el manejo de la instalación en el propio centro hace que los usuarios y trabajadores sean los afectados de esta falta de sincronización climática. ¿Quién no ha vivido el elevado frío en invierno y más aún en verano en la sala de estudio?”, resumió. Por otro lado, el edificio también presenta una serie de “problemillas eléctricos”, lo que hace que la instalación bien por diseño, por estado de conservación o utilización, en determinados periodos salte con lo que la calefacción queda desconectada.
Para su nueva puesta en marcha, es necesario que la empresa que está ubicada fuera de la provincia, más exactamente en Madrid, quiera y pueda desde sus instalaciones “rearmar”, la misma sin tener que desplazarse, porque como tenga que hacerlo la espera puede ser relativamente elevada, con lo que el edificio pierde la poca temperatura que había alcanzado. Esta circunstancia se acrecienta, si encima se produce en fin de semana, periodo en el que puede tardarse varios días en ser solucionada y para cuando se solucione, es demasiado tarde.
Estas carencias fueron puestas en conocimiento de la Delegación Territorial y del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León en Segovia, desde el comité de empresa, así como desde la Junta de Personal Funcionario, que lamentaron que los usuarios tengan que vivirlas, y ya son “innumerables las quejas verbales recibidas en la Biblioteca en este sentido y alguna por escrito, porque los propios usuarios no pueden hacer uso del centro, sobre todo la sala de estudio”.
La situación es todavía más sangrante para los trabajadores que deben de permanecer durante las ocho horas de su jornada, aguantando las bajas temperaturas del interior. Desde el Comité de Empresa y desde la Junta de Personal Funcionario reclamaron a la Junta que, a través de la Delegación Territorial y del Servicio Territorial de Cultura, “no se olvide de sus trabajadores y que cumpla la normativa en materia de prevención de riesgos laborales, que tenga en cuenta todo lo que se viene desarrollando en los últimos años”.
La actual de la biblioteca pública fue inaugurada en 2015 ha estado llena de problemas en su infraestructura, desde los accesos, distribución y climatización entre otros y adopte las medidas técnicas y organizativas necesarias para dar respuesta a estas circunstancias repetidas en los últimos años y denunciadas desde los órganos de representación y por sus delegados, de manera ágil y eficaz, pues en la biblioteca pública trabajan en la actualidad 25 empleados públicos entre funcionarios y personal laboral.
Su propuesta es revisar el contrato de mantenimiento de la empresa adjudicataria y contratar con personal de la provincia y que el mantenimiento y conservación si puede ser realizado por personal técnico de Segovia que pueda llevar a cabo dicho trabajo y que se incluya en el pliego de condiciones técnicas de licitación del servicio para contar con personal propio de mantenimiento, cuyo centro de trabajo sea el edificio de la biblioteca pública donde realice las labores no solo en el ámbito de climatización, sino también la vigilancia del estado de las instalaciones eléctricas.