Desde la Fundación Franz Weber denuncian el uso de niños para entregar orejas y rabos en un espectáculo taurino celebrado en un pueblo de Segovia el pasado fin de semana.
De este modo, según explica la Fundación, es «preocupante la exhibición que se hace de personas menores de edad en eventos taurinos». En concreto, se refiere a «las imágenes publicadas en redes sociales que muestran a un niño portando la oreja y el rabo mutilado de un toro».
A su juicio, «este tipo de acciones genera una insensibilización continuada de personas menores de edad, cuyo desarrollo psicosocial se puede ver afectado». Así, lamenta que se visualice como aceptable la violencia sobre un animal.
Además, los naturalistas señalan que exponer a un menor en un espacio público de estas características podría atentar contra su propia integridad y derecho a su imagen personal. Por ese motivo, desde la propia Fundación se oponen a divulgar «imágenes de esta situación al ser un niño de muy corta edad, probablemente en torno a los 4-5 años».
No es la primera vez que la ONG internacional advierte contextos de este tipo. En noviembre del pasado año alertaban sobre la participación de un menor en un tentadero de carácter privado en la provincia de Segovia.
Legalidad europea
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas realizó en 2018 una seria advertencia a España. En este sentido, avisó acerca de la presencia e incluso participación directa de menores en actividades taurinas. De este modo, en 2023 publicó la petición de alejar a personas menores de edad de la violencia, también la ejercida sobre animales.
«Las imágenes de La Lastrilla muestran un profundo desconocimiento de las objeciones de este panel internacional», señala. Además, se corre el riego de que se inculque «el maltrato y el sufrimiento como forma de ocio», concluye la Fundación Franz Weber.
