Izquierda Unida Segovia ha denunciado los reiterados vertidos sin tratamiento desde la estación depuradora de agua residual (EDAR), del municipio del Real Sitio de San Ildefonso, al embalse del Pontón Alto y ha presentado estos hechos ante la Fiscalía General del Estado, al Seprona y a la Subdelegación del Gobierno, a las que adjuntó un vídeo de finales del pasado año que muestra estos vertidos incontrolados de aguas fecales en la margen derecha del embalse, en el entrante del arroyo del Rastrillo.
Estos hechos se unen, en estos momentos, con los análisis del agua residual de Segovia, motivados por la búsqueda del virus COVID-19. La empresa pública “Aguas de las Cuencas de España”(Acuaes) está participando en un plan del Ministerio de Transición Ecológica, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, y con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con el objetivo de detectar el rastro del coronavirus.
Acuaes fue responsable de las obras de la estación depuradora del municipio de Segovia y se encarga de su explotación. En el caso de Palazuelos, así como en el de Segovia, las depuradoras vierten al río Eresma por debajo del embalse de Pontón Alto. La empresa privada explotadora de las instalaciones de depuración de los municipios de San Ildefonso y de Palazuelos es ‘Aquona, Gestión de Aguas de Castilla, SAU’, que pertenece al grupo de empresas español denominado ‘Agbar, Aguas de Barcelona’, que a su vez es una filial de la francesa Suez
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está controlando 30 estaciones de depuración, así como una decena de zonas de baño. Esta labor se desarrolla de acuerdo con las actividades previstas en el proyecto estatal de vigilancia para alerta temprana de COVID-19 en agua residual, que contribuye a identificar la presencia de personas infectadas a través del agua residual de la depuradora de cada población.
Las depuradoras de agua residual urbana se seleccionaron atendiendo a criterios de desplazamientos de personas e interconexión entre poblaciones, mayor afluencia de turismo, poblaciones favorables a la expansión rápida de la enfermedad, impacto de la misma o climatología.
En cuanto a las zonas de baño, fue por los criterios de afluencia de bañistas, los resultados previos sobre la calidad de las aguas, el caudal y características del cauce, la temperatura del agua y la representatividad geográfica. Los puntos de control determinados en cada momento pueden modificarse para adaptarse a la evolución de la epidemia en los diferentes territorios, atendiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias.
En el caso del embalse del Pontón Alto se utiliza habitualmente como zona de baño pero la cartelería y el mensaje sobre el mismo es bastante impreciso. Según subrayaron desde IU, Los municipios de San Ildefonso y Palazuelos deberían tener declarado, oficialmente, el citado embalse como zona de baño pero “hoy por hoy no es así” y se ha convertido en “la mayor zona de baño de la provincia de Segovia”.
Por otro lado, argumentaron, tampoco se conoce, con relación al baño y usos recreativos permitidos en el embalse, alguna actuación de la Junta de Castilla y León o de la propia Confederación Hidrográfica del Duero o de la Subdelegación del Gobierno en esta provincia, ni de alguna otra administración pública, respecto a la aplicación de la normativa relativa a las medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Izquierda Unida Segovia consideró “llamativo” que se investiguen rastros de COVID-19 en la EDAR del municipio de Segovia, aguas abajo de la ciudad, y no en la principal zona de baño “no declarada” de la provincia, donde la simple inspección visual del agua indica baja calidad, impropia para el baño y para consumo. “No es menos llamativa la falta de acondicionamiento, mantenimiento y vigilancia del propio embalse, en el cual es visible el lamentable estado de la baliza de seguridad o la falta de iluminación del paramento, ambos elementos esenciales para la seguridad de esta instalación”, explicaron.
Estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, la Fiscalía General del Estado y el Seprona por los reiterados vertidos sin tratamiento alguno que se producen desde la EDAR de La Granja al embalse del Pontón Alto, cuya función principal es el abastecimiento de agua de boca al municipio de Segovia y los pueblos de la Mancomunidad de la Atalaya, y en el que es común la práctica del baño y actividades recreativas de forma masiva, sin control ni vigilancia alguna tanto para la seguridad como para la salud de las personas.