Defensa oficializó hoy el ascenso del director de la Academia de Artillería de Segovia, Alfredo Sanz y Calabria, que pasa de general de brigada a general de división del Cuerpo General del Ejército de Tierra, antes de su traslado al Cuartel Supremo de la OTAN en Europa (SHAPE, por sus siglas en inglés), junto a la localidad belga de Mons, para asumir la jefatura de recursos logísticos. La promoción se resuelve por Real Decreto publicado en el BOE de este sábado, tras pasar el viernes por el Consejo de Ministros, dentro de los plazos previstos para incorporarse a su nuevo puesto el 20 de julio como fecha límite.

Sanz y Calabria (Madrid, 1959) tomó posesión de su cargo como director de la Academia de Artillería el 7 de febrero de 2012, aunque su vínculo con el centro de formación militar en activo más antiguo del mundo se remonta más de tres décadas, ya que formó parte de la promoción de 1981. Su mandato podía prolongarse cuatro años, es lo habitual, pero en breve se hará efectivo su relevo por el segoviano Javier Alonso Bermejo, coronel y actual jefe de estudios del centro, que lleva poco más de un año en ese puesto, desde abril de 2014. Su marcha precipitará también los cambios programados inicialmente en el organigrama de la academia para principios del próximo año, dado que Sanz y Calabria será por tanto el último general que la dirija. Con la reducción de la estructura de las Fuerzas Armadas, al haber optado Defensa por poner a un coronel al frente del centro, quienes tienen ese mismo rango y están en jefaturas por debajo de éste pasarán ahora a desempeñar otras funciones, y sus puestos serán ocupados por tenientes coroneles.

Entretanto, el recién nombrado general de división, en su nuevo cargo como jefe de recursos logísticos del SHAPE, sustituye al también español Fernando Alejandre y afronta una nueva etapa “muy diferente” a la que ha vivido en Segovia en los últimos tres años y medio, tal y como reconocía recientemente en declaraciones a Ical. “Mi actividad cambiará mucho porque aquí dirijo una academia y allí será un equipo completo que fundamentalmente se encarga del planeamiento y control de todos los recursos de la parte militar de la OTAN, entre ellos personal, logística, infraestructuras, recursos económicos o comunicaciones”, resumía.

Así, con Sanz y Calabria al mando, la academia ha afrontado la adaptación a los nuevos programas de estudios, la conmemoración del 250 aniversario de la fundación del Real Colegio de Artillería (1764), una profunda renovación de los equipos de simulación y adiestramiento y el proceso para la obtención del sello de excelencia EFQM 300-399 de Aeva.

Precisamente el viernes, día en que su ascenso pasaba por el Consejo de Ministros, Sanz y Calabria recibía la Medalla de Oro del Alcázar en uno de sus últimos actos públicos como director de la academia, que este sábado celebraba la ceremonia de fin de curso 2014/2015 en el patio de orden de San Francisco. Recogieron sus certificados los alféreces alumnos de la enseñanza militar para ingreso en la escala de oficiales (303ª Promoción del Arma) y los sargentos para la escala de suboficiales (XL Promoción), aparte de los tradicionales títulos de ‘segoviano honorario’ que concede el Ayuntamiento.

También se celebraba la entrega del Premio Huelin al profesor más distinguido del curso 2014/2015, el subteniente Juan Carlos Escribano Herranz, trofeo que el año pasado recayó en Sanz y Calabria, que en cuestión de días pondrá rumbo a Bélgica. Allí permanecerá como máximo tres años y en 2020 cumplirá 61, la edad habitual de paso a la reserva: “Francamente no sé si habrá más etapas después de la próxima”, reconocía en su conversación con Ical. “¿Cuánto me queda? No lo sé ni me importa, yo por el momento mi idea está en el próximo desafío, se trata de disfrutar todos los días y luego ya se verá”, sentenció.

Foto: Ical