El presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente negó hoy “categóricamente”, ante la denuncia realizada en su página web por el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), la existencia de batas sanitarias cuarteadas para los profesionales de los centros residencias de la institución. Sobre las mascarillas Ffp1, caducadas desde 2013, fueron retiradas “inmediatamente” a primera hora de la tarde del pasado sábado, tras el aviso de un sindicato, mientras que hay “otros sindicatos que, cuatro días después, intentan subirse al carro de la minusvaloración del trabajo”.

De Vicente, visiblemente molesto por esta situación, aseguró, sin mencionar directamente su nombre, que no sabe qué intereses mueven al Sindicato de Técnicos de Enfermería, para poner entredicho la labor de “muchos profesionales en el control de este material” como la dotación y calidad de este material, sobre los que está cometiendo una “injusticia”.

Sobre la existencia de mascarillas Ffp-1 caducadas presentes en las residencias, el presidente de la Diputación de Segovia recordó que las retiraron inmediatamente a primera hora de la tarde, “en cuanto fuimos avisados, cierto, por un sindicato”. Miguel Ángel de Vicente fue muy tajante negando “categóricamente” la existencia de “batas cuarteadas”.

En su denuncia pública, SAE expuso textualmente: “las mascarillas están caducadas desde el año 2013, otras ni siquiera tienen referencia de fecha de fabricación ni de caducidad, las batas cuarteadas y en pésimo estado … En definitiva, no cumplen con los requisitos mínimos de protección”, remarcando que los profesionales de la Diputación están “desprotegidos y, además, se sienten abandonadas por la Administración”.

En la nota de prensa, SAE reiteró que, desde el inicio de la pandemia, están exigiendo que se dote de EPIs a todos los profesionales, en todos los ámbitos de atención ya sean sanitarios en sentido estricto o, como es este caso, sociosanitarios por parte de Sacyl y “distribuirlos” donde sean precisos y en función de las necesidades de cada centro. “Parece evidente que allí donde no lleguen los centros a de llegar la Administración”, concluyeron.

Unas declaraciones no compartidas por el máximo responsable de la Diputación y del Área de Asuntos Sociales. De Vicente resaltó que el material con el que cuenta es el que facilita la Consejería de Sanidad. “Desde luego no hemos utilizado otros canales de suministros porque temíamos que este escenario se podría producir”, declaró.

Miguel Ángel de Vicente lamentó que “algunos que, no han aparecido en el último mes y pico, intentan ahora aparecer” haciendo de la crítica “su herramienta y su acción”. El presidente de la institución provincial hizo una defensa cerrada de la gestión que está realizando ya que se está sobreprotegiendo en muchos casos a sus trabajadores, mientras que otros sólo intentan “descender al detalle para hacerse visible” en este contexto de crisis y alarma sanitaria.

De Vicente remarcó la máxima protección en el trabajo que se acomete en “las zonas sucias” de los centros residenciales de mayores pero también en los circuitos limpios, “en la atención residencial pura y dura de los mayores”, con el uso de gafas y pantallas protectoras, doble mascarilla, gorros y calzas de protección y batas impermeables.

Los hogares de 300 mayores

El presidente y diputado del Área de Asuntos Sociales sostuvo que, para la Diputación, sus residencias son “la casa de 300 mayores que están en su casa”. En su opinión, no se puede pretender “hospitalizar al cien por cien las residencias” porque no están de acuerdo con esa forma de trabajo ni con ese concepto de atención social. Los centros residenciales de la Diputación de Segovia son centros de mayores y para la atención sanitaria, remarcó de Vicente, existen “otros dispositivos dentro de la cadena sanitaria”.

Por último, Miguel Ángel de Vicente declaró que se ajustan a los protocolos establecidos por el Ministerio de Sanidad y la Junta, a través de la Consejería de Sanidad, recomendando que los profesionales se lean los protocolos de sus propios colegios profesionales porque teme, sentenció de Vicente, “que los desconocen”.