La Junta de Castilla y León descarta, a estas horas, el confinamiento por provincias, una vez que se ha decretado el cierre perimetral de la Comunidad Autónoma. De momento, según confirmaron a Ical fuentes del Gobierno autonómico, encima de la mesa no se encuentra esta propuesta, que supondría aplicar la medida actual a territorios menores.
El confinamiento por provincias ha sido un rumor de la que se ha venido hablando en los últimos días, sobre todo a raíz del último Consejo de Gobierno, en el que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, explicaron que los integrantes del Grupo de Expertos han pedido mayores medidas restrictivas.
El próximo martes, está prevista una nueva reunión de la Junta con el Grupo de Expertos, donde se analizarán los efectos del toque de queda, y se transpondrá el llamado ‘semáforo COVID’ aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Este grupo ha pedido nuevas medidas restrictivas, que podrían pasar por el confinamiento domiciliario, que sería más suave que el de marzo y similar al que se aplica, por ejemplo en Francia.
De hecho, tanto Igea como Casado han solicitado ya al Gobierno central una herramienta jurídica que les permita dar este paso, si al final no se toma esta decisión a nivel nacional. El propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, avanzaba hoy, en sendas entrevistas concedidas a Diario de Burgos y a El Norte de Castilla, que trabajan con la peor de las hipótesis posibles, y que la imposición de medidas más duras, como el confinamiento domiciliario, no es una amenaza sino una posibilidad muy real. » Nunca sería el confinamiento como fue en marzo, de manera abrupta. Podría decirse que programado. Hace muchas semanas que estamos adoptando medidas para que la gente se dé cuenta y vamos a seguir haciéndolo. Hay un plan y vamos a seguir tomando medidas», indicaba.