Empezó casi como un sueño. Arcadio Mardomingo, Mario Pedrazuela, Rodrigo González y Carlos Rod lo hicieron realidad en 1996, desde la perspectiva de unos jóvenes ,de entre 20 y 26 añosl que procedían del mundo del fanzine y que buscaban desarrollarse profesionalmente en el campo de la edición. Así nació la editorial ‘La uÑa RoTa’. Ahora, en 2016 y con 55 libros publicados y dos ediciones conmemorativas, Arcadio, Mario, Rodrigo y Carlos siguen juntos en un proyecto empresarial que mira con perspectiva optimista al futuro editorial, y mantiene vivo el objetivo de publicar a autores vivos y noveles sin olvidar a otros considerados como clásicos.
Mirando hacia el pasado con perspectiva, Carlos Rod recuerda en primer lugar y con cariño el origen del nombre de ‘La uÑa RoTa’ para denominar su proyecto: “Solemos contar que el nombre procede de una gata que teníamos en casa y cuando aparecían invitados siempre decíamos que tuvieran cuidado con ella porque tenía la uña rota, aunque ya no recuerdo si era verdad o no”, bromea.
Los orígenes del proyecto no fueron fáciles para cuatro chavales jóvenes que aplicaron un método autodidacta para comenzar su andadura. Amparados en la perspectiva del lector, seleccionaron textos que “tenían a mano” y así empezaron. “Nunca quisimos generar falsas esperanzas a nadie porque verdaderamente no sabíamos lo que íbamos a durar”, sostiene Rod.
Desde un principio la sensatez gobernó el barco literario de ‘La uÑa RoTa’, conscientes sus creadores de que en 1996 no había demasiadas editoriales ‘independientes’ y nunca fue el propósito el de hacer un inversión y empezar a publicar. ‘La uÑa RoTa’ tiene un latido lento, y acelerarlo hubiera sido fatal”, dice Rod.
A la hora de publicar, ‘La uÑa RoTa’ no tiene un patrón, pero sí un criterio literario que consideran “exigente”. La línea teatral con autores “que arriesgan” queda combinada con clásicos como Samuel Beckett; el ensayo contemporáneo y clásico y el género epistolar y las memorias también forman parte de los trabajos publicados. “No alimentamos el género narrativo porque el mundo de la novela es muy competitivo, nuestro lado está en los márgenes”, indica Rod.
Los libros publicados por la editorial conforman un todo en el que el texto, las imágenes y el diseño de la cubierta no pasan desapercibidos y les dan un punto “desobediente” que mantiene su relación con el mundo de los fanzines. Huyen de la creación “como churros” de los libros y trabajan con un grupo de ilustradores que, según Rod “dan una imagen muy peculiar en contra de lo habitual”.
De Segovia al mundo
Segovia vio nacer la editorial y sus creadores aprovecharon las ventajas de una ciudad pequeña en sus orígenes. “Íbamos por la calle y entregábamos los libros en mano o los dejábamos en los bares”, dice Rod. Aunque hubo un tiempo en que los cuatro editores tuvieron que marcharse a Madrid a trabajar, poco a poco van volviendo a Segovia. Aunque mantienen “trabajos satélites” para completar su sueldo, ya le dedican mucho tiempo y esfuerzo a la editorial. “La editorial nos ha parecido una razón pública para vivir otra vez en Segovia, esta ciudad no suele generar mecanismos para que los segovianos nos quedemos así que lo hemos generado nosotros”, sostiene.
En un futuro, ‘La uÑa RoTa’ quiere formar parte de la rica vida cultural de Segovia introduciéndose en ese círculo en el que están Titirimundi, la Muestra de Cine Europeo y el Hay Festival. “Traemos filósofos, escritores, ilustradores a nuestra sede para que interactúen con la gente, queremos formar parte de la vida cultural”, expone Rod.
Tras 20 años en los que ‘La uÑa RoTa’ ha publicado a Juan Mayorga, Diego Meret, Pablo Moiño, Rodrigo García y Ángela Segovia, entre otros muchos, y ha recuperado trabajos de clásicos como Samuel Beckett y Bertol Brecht, ha llegado un momento en el que la masiva recepción de textos a la editorial solicitando ser publicados les tiene “desbordados”. “No podemos leerlos todos, ni siquiera podemos contestar dando las gracias a los que los mandan”, afirma Rod.
De cara al futuro, Rod asegura que en ‘La uÑa RoTa’ piensan en el lector que está por venir. “Ns gustaría que nuestros textos se leyeran dentro de 15 o20 años y que lo que hagamos sirva para el futuro”. “Un editor tiene que saber que las palabras construyen realidades y que el catálogo que vas haciendo está defendiendo un tipo de literatura y tienes que singularizarte para distinguirte”, asegura.
La editorial segoviana ‘La uÑa RoTa’ se ha hecho un hueco en las librerías donde defienden la literatura parecida a la que hacen, apunta Rod, que reconoce como uno de los grandes problemas a la hora de vender libros la lucha contra el tiempo: “En una vida en la que no hay tiempo para nada, en la que estamos presos de las obligaciones, deberíamos sacar tiempo para la lectura”, dice. “Nuestra lucha no es contra la piratería, es contra el tiempo”, concluye.