El delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, junto al diputado de Promoción Económica de la Diputación Provincial, Rafael Casado; la concejala de Patrimonio del Ayuntamiento de la capital, Claudia de Santos; y David Álvarez, del equipo de dirección del proyecto; ha presentado esta mañana en la Delegación la segunda campaña de excavaciones de la investigación en el yacimiento arqueológico ‘Abrigo del Molino’, enmarcada en el proyecto ‘Primeros pobladores de Segovia’.
La segunda fase de los trabajos de investigación arqueológica en el yacimiento está financiada por la Consejería de Cultura y Turismo, con una aportación de 8.000 euros; la Diputación Provincial, que también realiza el estudio topográfico; y el Ayuntamiento de Segovia, que colabora con la cesión del albergue de peregrinos de Zamarramala para el hospedaje del equipo de trabajo. Además, la Dirección General de Patrimonio de la Junta se encarga de la supervisión del proyecto.
El delegado territorial ha destacado que para la Consejería de Cultura y Turismo la sostenibilidad técnica y presupuestaria de este proyecto está asegurada y “la implicación de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento garantiza el éxito y la continuación del trabajo emprendido”.
En la campaña de excavación de este verano, el equipo científico es el mismo que en la primera intervención y está formado por el doctor en Prehistoria, David Álvarez; la licenciada en Prehistoria, María de Andrés; el doctor en Ciencias Geológicas, Andrés Díez, y el licenciado en Historia, Julio Antonio Rojo.
El ‘Abrigo del Molino’ se sitúa en un emplazamiento destacado, desde el punto de vista estratégico, en la ladera baja del cañón excavado por el río Eresma en las lastras del piedemonte calcáreo de la Sierra de Guadarrama.
Tras el hallazgo en abril de 2012 de los primeros restos de industria lítica de aspecto paleolítico en esta zona, el año pasado se puso en marcha la investigación en el yacimiento. Se identificaron 11 niveles, con presencia humana en tres de ellos. En una primera prospección superficial, se recuperaron en estos niveles 21 piezas, entre piedras y huesos. Las piezas de piedra son, en su mayoría, restos de talla de sílex y entre los huesos se encontraron varios fragmentos de diáfisis y vértebras de pequeños mamíferos, 2 radios izquierdos, un fragmento de mandíbula, y un húmero de conejo.
Todas las piezas líticas recuperadas son indicadores directos de que en la zona se produjo actividad de talla ‘in situ’. La técnica de trabajo de talla utilizada y el estudio cronológico de los niveles permitieron datar el yacimiento en las últimas fases del Paleolítico Medio Peninsular y concluir que el ‘Abrigo del Molino’ tuvo ocupación de un grupo humano del tipo conocido como hombre de Neandertal.
Importancia científica del yacimiento
El ‘Abrigo del Molino’ no solo es uno de los escasos yacimientos con estas características y esta cronología en el centro de la península, sino que también se sitúa en un interesante contexto geológico y geográfico que confirma la existencia de un corredor norte-sur, poniéndolo en relación con los hallazgos de los yacimientos de Pinilla del Valle, al otro lado de la Sierra de Guadarrama, así como con la existencia de un importante ‘área refugio’ en el Sistema Central durante el Paleolítico Medio.
La segunda campaña de excavaciones, que comienza hoy y se prolongará hasta el 1 de agosto, continuará los trabajos iniciados y se centrará en el estudio geológico y arqueológico de la estratigrafía del abrigo, la valoración de la ocupación humana del yacimiento, la datación y secuencia cronocultural del depósito arqueológico, el estudio de elementos materiales, y la aproximación paleoecológica y arqueozoológica.
Como ha señalado el delegado territorial de la Junta durante la presentación de las excavaciones, esta segunda campaña “seguro atestiguará aún más los hallazgos realizados hasta el momento, por lo que permaneceremos en este mes de julio expectantes por la revelación de nuevos datos”.