Aunque la progresiva vacunación de los españoles contra el coronavirus está favoreciendo unas vacaciones más seguras, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda que esta circunstancia no debe suponer una relajación de las medidas de protección, ni una desatención de los derechos. OCU plantea cinco consejos para planificar unas vacaciones tranquilas, tanto a nivel sanitario como económico.
1.- Salvo que se disponga de flexibilidad de fechas y destinos, es recomendable reservar alojamiento lo antes posible para beneficiarse de ofertas y descuentos. Siempre priorizando reservas con cancelación flexible, porque, aunque la ley garantice el reembolso por motivo del coronavirus, se asegura un reembolso más rápido sin importar el motivo de la anulación.
2.- En el caso de que necesite alquilar un coche, no tarde en hacer la reserva: muchas agencias redujeron sus flotas con motivo de la pandemia (y los precios este año son muy altos). Si va a viajar en avión con una compañía low cost, compruebe antes que la tarifa incluye el transporte de la maleta de cabina: Easyjet, Norwegian, Ryanair o Wiza Air pueden cobrar un suplemento.
3.- Si va a viajar al extranjero, a Baleares o a Canarias y no se está vacunado, es muy probable que tenga que realizar dos pruebas de antígenos: una a la entrada y otra a la hora de retornar a la península, lo que suma un coste mínimo de 200 euros. Si ya se completó la pauta de vacunación, deberá acreditarse con el correspondiente certificado; puede solicitarse en la web del Ministerio de Sanidad o en la de su Comunidad Autónoma.
4.- En viajes por España no es necesario contratar un seguro con asistencia sanitaria. Y si es por la Unión Europea, basta con la Tarjeta Sanitaria Europea. Pero fuera del continente es muy recomendable contratar un seguro de viaje con la cobertura más alta posible: la hay de hasta 5 millones de euros por asistencia sanitaria y hasta 2 millones por responsabilidad civil.
5.- Pese al descenso de contagios, es aconsejable ser precavido, sobre todo en interiores, en espacios cerrados compartidos y en el transporte público, pero también en espacios abiertos donde no sea posible mantener una distancia mínima de seguridad. Lleve siempre consigo una mascarilla y recuerde que pagar con tarjeta sigue siendo más seguro que hacerlo con efectivo.