La consejera de Educación, Rocío Lucas, exigió hoy al Ministerio unos criterios «homogéneos» para todo el territorio nacional que den «uniformidad» y que, a su vez, ofrezcan «igualdad» al alumnado en lo relativo a la promoción de curso y a la obtención del título.
Lucas expresó en una entrevista a la Cadena COPE su «desacuerdo» con este punto del documento presentado por la ministra Isabel Celaá a las comunidades autónomas en la reunión del pasado miércoles, y que descargaría esta responsabilidad en las comunidades autónomas o en los centros educativos, y avanzó que pedirá por carta «que se retire».
En la citada reunión hubo consenso entre las autonomías en ser «más flexibles» de cara a los contenidos que se impartirían en la recta final del curso, así como que se valore «de forma positiva» la última evaluación. Pero el Estado de Alarma no justifica, a su juicio, «que cada centro determine cómo se titula».
La posición de Castilla y León, según Lucas, en este aspecto es clara: «Que se mantenga la norma básica». Esto es que, por ejemplo, no pueda obtenerse el título de Bachillerato «con ninguna suspensa».
A la espera de lo que determina el Ministerio, a quien Lucas acusa de querer introducir «elementos que distorsionan» la adopción de un acuerdo, la consejera de Educación confirmó, como avanzara la emisora esta mañana, que «seguramente» este viernes o «si no es posible, el lunes» se trasladarán instrucciones a los centros educativos de la Comunidad.
Sí al refuerzo educativo, pero con profesorado
Desde Castilla y León se espera también una «aclaración» por parte del Ministerio en lo relativo al refuerzo educativo que podría impartirse en el mes de julio. El planteamiento del departamento que dirige Lucas es «muy distinto» al que dirige Celaá, quien en rueda de prensa abrió la puerta a que fuera asumido por voluntarios o, incluso, por ONGs. «Eso se hace con profesorado», respondió tajante Lucas.
Para este fin se dispondrían «algunos colegios». «Evidentemente», ha matizado Lucas, «no todos». Aunque es una cuestión, así como la posibilidad de contratar personal interino para cubrir la posible demanda de este refuerzo, que pende también del presupuesto que ponga a disposición de las comunidades autónomas el Gobierno central. «Es un tema muy abierto», ha afirmado.
Este refuerzo será «en todo caso, voluntario». En este punto el informe que redacte el profesorado sobre cada alumno no tendrá carácter vinculante. Sí será «de ayuda» de cara al próximo curso en el que, avisó Lucas, será «muy necesario adaptar el currículo».
Las asignaturas que no se superen «no se darán por aprobadas». La consejera de Educación indicó que será necesario establecer «distintos escenarios», acordes a cada etapa escolar, pero advirtió también de que «la idea es que haya recuperaciones en septiembre». «No nos hemos planteado otra cosa», aseguró Lucas.
Vuelta a las aulas
Por el momento lo único que está claro es que las clases terminarán de forma ordinaria en el mes de junio. En esto también ha habido consenso entre las comunidades autónomas. Pero aún es una incógnita si los alumnos podrán volver a las aulas antes de que finalice el presente curso.
En el caso de Castilla y León dependerá de la autoridad sanitaria. Pero, como ya avanzara fuentes de la inspección educativa, Lucas confirmó que propondrán que sea «prioritaria» la vuelta a las aulas de aquellos alumnos «que tengan que titular». Esto es, cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y segundo curso de Bachillerato.
Una EBAU más abierta
Lucas sí ha reconocido los avances del Gobierno central en la elaboración de un modelo acorde a las circunstancias para la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), por lo que augura que la publicación de la orden está cercana.
Pese a no ser pública aún «nuestro equipo ya está trabajando». Según relató Lucas este año habrá «un único examen» con «mucha más optatividad». Y si la situación de alarma sanitaria lo permite se harán de forma presencial del 1 al 3 de julio en primera convocatoria y del 10 al 12 de septiembre en convocatoria extraordinaria. «No está sobre la mesa», al menos por el momento, que se lleve a cabo de forma oral o telemática.