Casi un tercio de los trabajadores de Castilla y León (30,6%) se muestra en desacuerdo con su sueldo o salario en relación a la labor que desempeña, mientras que el grado de acuerdo se sitúa prácticamente en la misma proporción, con un 31,5%. El dato es muy desigual en función de los diferentes sectores. En este sentido, son los que corresponden al agrario los que tienen la peor opinión sobre su sueldo, ya que hasta el 41,5 por ciento de los empleados considera que no está bien pagado, frente al 15,4 que cree que sí.
En cambio, son los trabajadores de la construcción y los servicios los que se muestran más conformes entre su salario y su labor, frente a los de la industria, en un lugar intermedio.
Así lo desvela una encuesta sobre condiciones de trabajo en la Comunidad a la que tuvo acceso Ical, que asegura además que aquellos que prestan sus servicios en empresas con menos de 10 empleados son los que están más contentos con su sueldo. Otra variable que analiza el documento es la edad. En este sentido, a medida que ésta avanza, los trabajadores reconocen una menor adecuación entre su labor y el sueldo, excepto entre los que superan los 65 años. Ello es debido a que los jóvenes que comienzan su vida laboral, a partir de 16 años, se muestran de acuerdo en la mayoría de las ocasiones con su salario, aunque sea menor de lo que les gustaría.
Igualmente, el mayor grado de conformidad se aprecia entre los que tienen un nivel más alto de formación, como diplomados y licenciados (por encima del 37%), seguidos, curiosamente, de los que tienen estudios primarios sin finalizar. En el extremo opuesto se encuentran los que no han completado estudios, pero saben leer y escribir, de los que una quinta parte no está de acuerdo con el dinero que recibe.
Respecto a las ocupaciones, el personal docente, con un 44,3, es el que señala un mayor grado de acuerdo con la afirmación sobre la adecuación del salario al trabajo a realizar. El personal sanitario y los profesionales del derecho, las ciencias sociales y la arquitectura se sitúan ligeramente por detrás, con lo que un alto porcentaje de ellos están conformes con lo que cobran. No es el caso del gremio compuesto por agricultores, ganaderos, pescadores y marineros, de los que sólo un 15,8% están de acuerdo con lo que perciben.
Otro de los apartados vinculados al salario dentro de la empresa es la promoción interna. En este sentido, una cuarta parte de los encuestados estima que su empleo le ofrece buenas posibilidades de ascenso profesional, mientras que creen lo contrario casi cuatro de cada diez.
Condiciones ambientales
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales se considera condición de trabajo cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y salud de las personas. Es por ello que están incluidos como tales los agentes físicos, químicos y biológicos, si bien es el ruido el que afecta a un mayor porcentaje de trabajadores. Así, hasta un 11,7% se siente expuesto permanentemente en el tajo a este factor. Este dato cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que el siguiente en la lista son las temperaturas extremas, el cual las sufren siempre o casi siempre el 5,4% de los trabajadores, la misma cifra que la respiración de sustancias químicas en el aire en forma de polvo, humo, aerosoles, vapores, gases o nieblas tóxicas.
En todo caso, es el ruido el aspecto que afecta a un mayor porcentaje de trabajadores. No obstante, más de la mitad destaca que es muy bajo o casi inexistente, mientras que cerca del 11% manifiesta que es elevado o muy elevado y que no permite mantener una conversación. Este es el caso, principalmente, de la industria, donde la maquinaria utilizada provoca que la cifra de personal laboral que lamenta la existencia de ruido en la empresa crezca hasta el 30%.
De este modo, una cuarta parte de los mecánicos, reparadores, soldadores y obreros en producción industrial mecanizada tiene los índices más elevados de ruido, que no les permite ni siquiera seguir una conversación con otro compañero aunque esté a tres metros, según los encuestados. Por el contrario, los vendedores, agentes comerciales y dependientes, personal docente, administrativo y el sanitario son las ocupaciones que afirman tener un nivel muy bajo de ruido, donde casi no existe, según lo considera más del 70% de los trabajadores.
Por sexos, las mujeres indican trabajar con el menor nivel de ruido (61,6%), condición ambiental relacionada con la mayor presencia en el sector servicios, en el que las féminas son mayoría.
Diseño del puesto de trabajo
Los esfuerzos que se hacen en el puesto de trabajo, en función de los condicionantes, desvelan también que casi la mitad de los encuestados realiza movimientos repetitivos de manos o brazos siempre, casi siempre o a menudo, factor que supone la mayor exposición en el centro laboral a esfuerzos físicos. Igualmente, mantener una misma postura durante un largo periodo de tiempo también presenta altos índices en la encuesta.
Por sectores, la industria lidera este apartado, ya que son estos empleados los que afirman tener que hacer más movimientos con sus extremidades superiores (54%), seguidos de la construcción, los servicios y el agrario, este último con el 44%.
Por otro lado, hay un mayor porcentaje de trabajadores, 27,1%, que señala que su posición en el tajo es en casi todas las ocasiones estar de pie, andando frecuentemente. De pie sin andar apenas y sentado sin levantarse casi nunca son otras posiciones comunes entre los empleados. Al contrario, acostado o tumbado, en cuclillas y arrodillado son posturas que casi nunca o nunca se adoptan.
Las consecuencias de todas estas posturas son, en muchas ocasiones, las molestias musculoesqueléticas, las cuales las sufren el 83,6% derivada de su trabajo. Los empleados de la industria extractiva (88,8%), la metalurgia y la agricultura y ganadería, son los que mayores porcentajes presentan con molestias. Las zonas del cuerpo que más sufren son la parte baja de la espalda, algo menos de la mitad, la nuca y cuello (41%), y en menor medida la espalda.