Los hechos ocurrieron en la localidad de Navaluenga, en la vecina provincia de Ávila, y el hombre, finalmente detenido, fue capaz de arrojar una bombona de butano a la Guardia Civil para evitar que le detuviera por generar «graves desórdenes públicos» desde su vivienda, según informa la Subdelegación del Gobierno de Segovia. (VÍDEO DE LA OPERACIÓN AL FINAL DE LA NOTICIA)
En el operativo de detención intervinieron los Puestos de la Guardia Civil de Cebreros, El Barraco, Sotillo de la Adrada y Casavieja, y la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia, ya que tuvo que solicitarse su colaboración por la gravedad de los hechos.
Finalmente, el individuo fue detenido como «presunto autor de los Delitos de Alteración Grave del Orden Público y Atentado a Agente de la Autoridad», indica la Subdelegación.
Así ocurrió
En torno a las 23:57 horas del pasado 17 de junio, la Central Operativa de Servicios (COS) de la Comandancia fue alertada de que una persona estaba ocasionando ruidos y molestias a sus vecinos en la localidad de Navaluenga.
La patrulla de la Guardia Civil acude al lugar, y comprueba que un individuo se encontraba en un balcón bailando semidesnudo, escuchando música con volumen excesivo, y en un evidente estado de alteración y nerviosismo.
Tras indicarle los componentes de la patrulla que bajara el volumen de la música, ya que estaba generando bastantes molestias, éste hizo caso omiso a las indicaciones y comenzó a insultar, gritar y a arrojar a la Guardia Civil y al vehículo oficial diversos efectos destacando de entre ellos, maceteros, una televisión e incluso una bombona de butano, que impactó contra la ventana del vehículo oficial.
Analizada la gravedad de la situación, así como los evidentes riesgos tanto para la propia persona como para otras y los componentes de la Guardia Civil, la primera determinación que toma la fuerza policial es salir de su radio de acción por seguridad, y acordonar la zona, comunicándose a los vecinos que no salieran del interior de sus viviendas hasta nuevo aviso.
Por su parte la Central activó a más patrullas de la Guardia Civil, así como a Emergencias 112 con asistencia sanitaria, todo ello mientras el individuo no cesaba su actitud agresiva y amenazante.
Dada la imposibilidad de acceder al interior de la vivienda del agresor, ya que no paraba de arrojar objetos, que su agresividad iba en aumento y ante la negativa de querer negociar, se determinó la necesidad de personal especializado en realizar operaciones con personas agresivas y atrincheradas en domicilios.
Por ello, tras hablar desde la Comandancia con los responsables de la Guardia Civil en Castilla y León, se obtiene el apoyo inmediato de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Segovia (USECIC), la más cercana de esas características que prestaba servicio esa noche.
Hasta la llegada de la USECIC, se mantuvo el perímetro de seguridad en todo momento, para poder acceder a la vivienda con todas las garantías de seguridad, tanto para el agresor como la fuerza interviniente. También se iban monitorizando en todo momento las acciones de esta persona por si intentara realizar alguna acción más peligrosa o abandonar la vivienda.
Apoyo de un dron de Protección Civil
Tras la llegada de la USECIC de Segovia, el personal de la Comandancia de la Guardia Civil allí presente comparte toda la información de que dispone, con el apoyo de un dron de Protección Civil manejado por un componente de esa agrupación que, además, es el Instructor en Intervención Operativa de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila y, en ese momento se encontraba fuera de servicio. Con esa información la Unidad especial planifica cuidadosamente su intervención en una vivienda que era un segundo piso, sin ascensor, con una única entrada, pero con varias ventanas y un amplio balcón, elementos todos que podían dar lugar a evidentes riesgos durante la intervención.
Teniendo el apoyo de los servicios médicos y de una ambulancia, y en especial teniendo en cuenta el peligro que esta persona corría cuando, por ejemplo, se abalanzaba sobre la barandilla de la terraza, se tomó la determinación de intervenir.
Cuando el personal de la USECIC se aproximaba al portal del inmueble, el agresor intentó agredirles, arrojándole un cazo con líquido hirviendo, así como lejía, no resultando ningún efectivo herido en la aproximación.
El individuo accede nuevamente al interior de su domicilio y los efectivos tras él, subiendo un total de 2 pisos y se tuvo que forzar la puerta de acceso, ya que la había bloqueado completamente con una nevera.
Una vez se logró acceder al interior, el agresor fue detenido en el balcón tras oponerse con gran resistencia, encontrándose nuevos objetos contundentes preparados para su lanzamiento tales como otra bombona de butano o una pesada barbacoa, así como un cuchillo escondido en la terraza entre unos cartones. Además, en el exterior se encontraban dando seguridad 10 guardias civiles más.
Tras la correspondiente atención y valoración médica, se procede, ya en calidad de detenido, a su traslado al Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila.