La pandemia ha obligado a muchas parejas a cambiar sus planes. Unas retrasaron la fecha del enlace, otras se casaron sin la fiesta que inicialmente tenían prevista por las medidas de seguridad establecidas en cuanto a invitados y distancia interpersonal, y otras, directamente, anularon la boda.
En cualquier caso, son muy pocas las parejas que renuncian a la boda de miel. Aunque, también en esto, el covid ha influido.
Según El Libro Imprescindible de las Bodas 9 de cada 10 parejas considera este viaje «imprescindible. Sin importar tanto el destino, las parejas quieren vivir un viaje que resultará inolvidable y que pone el punto y final a una aventura de ensueño». Pero, lo cierto, es que la pandemia ha llevado a buscar otros otros destinos, pasando de los grandes viajes a otros más cercanos.
Así, «la gran mayoría de parejas apostaron por cambiar el destino y elegir uno más local y cercano (70%), aunque también hubo quien realizó el viaje al destino planteado y se decantaron por acortar el viaje (27%). Las minimoon también se convirtieron en una de las opciones favoritas para las parejas: el 33% afirmó que harían un viaje corto justo después de la boda y dejarían el gran viaje para más adelante, cuando la situación fuera más estable. Tan solo el 4% de las parejas decidió que no realizaría ningún tipo de viaje, lo que deja claro que las parejas se esforzaron por mantener esta primera aventura como recién casados que marca el inicio de una nueva vida juntos», explican desde El Libro Imprescindible de las Bodas.
España, Grecia e Italia fueron los lugares «fetiche» para los enamorados. Pero también hubo quien traspasó fronteras y viajó hasta el Caribe o el continente asiático, desplazando a lugares paradisíacos como Maldivas, Tailandia e Indonesia.