El Grupo BFA-Bankia tiene previsto reducir su plantilla un 28 por ciento hasta 2015, con lo que prescindirá de 6.089 trabajadores (de 20.589 a unos 14.500). Además, cerrará el 39 por ciento de las oficinas, que pasarán de 3.117 a entre 1.900 y 2.000. Así consta en el Plan de Reestructuración de la entidad para el periodo 2012-2017, aprobado por la Comisión Europea, el Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.
La entidad aseguró que «es necesario reducir la capacidad del banco, tanto en términos de red comercial como de plantilla, para garantizar la viabilidad». Según informó Bankia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se pondrá en marcha un plan de desinversiones de activos no rentables y de las participaciones no estratégicas. Bankia prevé desprenderse por esta vía de 50.000 millones de euros (de 90.000 a 40.000) entre el traspaso de activos a la Sareb, la venta de participadas y otras carteras y la salida de carteras de crédito.
Además, el Plan de Reestructuración define el marco que permite al Grupo BFA-Bankia desarrollar un Plan Estratégico a tres años: 2012-2015. La entidad volverá a la senda de beneficios ya en el año 2013 y situará su resultado neto en 1.200 millones de euros en 2015, con un margen antes de provisiones de 2.300 millones de euros y una rentabilidad sobre recursos propios de más del diez por ciento.