La Diputación de Segovia se ha querido suma al dolor de los familiares de las víctimas del accidente de autobús de Ávila y como muestra de duelo desde ayer las banderas que ondean en sus edificios lo harán a media asta durante los tres días luto oficial decretados por la Junta de Castilla y León.
Nueve personas perdieron la vida y otras 22 resultaron heridas de diversa consideración en un accidente de un autobús regular que volcó a las 8.41 horas de la mañana en la carretera N-403, punto kilométrico 123, a la altura del municipio de Tornadizos de Ávila, en el puerto de la Paramera. Diez personas permanecía ingresadas con distintos pronósticos al cierre de esta edición, aunque evolucionaban “favorablemente” de sus heridas dentro de la gravedad en algunos casos.
El chófer del vehículo, R.G.S., de 54 años, que resultó ileso reconoció en estado de ‘shock’ esta mañana ante varios testigos y ante agentes de la Guardia Civil que se había quedado dormido al volante durante unos instantes, según fuentes de la investigación consultadas por Ical. El conductor fue detenido y prestó declaración esta tarde ante agentes de la Guardia Civil, para posteriormente pasar a disposición judicial. La juez decidido su libertad provisional sin fianza, aunque será investigado por 9 posibles delitos de homicidio imprudente.
Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que “no está confirmado” que este episodio de somnolencia fuese la causa del accidente, a la espera de la investigación. Asimismo, aclararon que el conductor fue sometido a las pruebas de alcoholemia, en las que dio negativo. Además, se analizó la velocidad y el tacógrafo para comprobar si se había rebasado el límite establecido y las horas de conducción, con resultado negativo. Junto a esto, se comprobó la documentación del vehículos y si había pasado la ITV, comprobándose que estaba en regla.
La empresa de transportes propietaria del autobús de línea regular siniestrado, Cevesa, subrayó que el conductor del vehículo “es un profesional”, como todos los de la compañía. Esta empresa ofrece un servicio diario que une la localidad abulense de Serranillos con la capital de la provincia, que parte de Serranillos a las 7.15 horas de la mañana y tiene el regreso programado desde Ávila a cada día de lunes a viernes a las 17.45 horas.
Los nueve fallecidos, cuyas identidades no fueron facilitadas hasta casi las 21.00 horas de hoy, tenían edades comprendidas entre los 33 y los 79 años. Cuatro de los fallecidos eran vecinos de Ávila capital, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. El resto procedían de los municipios abulenses de Navaluenga, Navalosa, San Juan de la Nava, Navarredondilla y de la localidad madrileña de Arganda del Rey.
Los fallecidos vecinos de Ávila son una joven de 33 años de edad, cuyo nombre responde a las iniciales B.G.A.; un hombre de 47 años con iniciales J.L.A.C.; un hombre de 60 años de edad con iniciales M.G.J. y una mujer de 64 años de edad cuya identidad responde a las iniciales B.E.C.Z. Entre los fallecidos también se encuentra una mujer de 45 años de edad, procedente de Navarredondilla, y cuya identidad responde a las iniciales B.P.R.; otra mujer de 70 años de edad, vecina de Navaluenga, con iniciales C.P.O.; dos hombres de 77 años de edad con iniciales J.G.H. y G.Y.Y., procedentes de Navalosa y San Juan de la Nava, respectivamente; y un hombre de 79 años de edad, vecino de Arganda del Rey (Madrid) y cuya identidad responde a las iniciales A.R.A.O.
Tras producirse el siniestro a las 8.41 horas de la mañana, hasta el lugar de los hechos se trasladaron los equipos de Emergencias Sanitarias de la Comunidad y efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y el cuerpo de bomberos de Ávila. Sacyl envió dos Unidades Móviles Medicalizadas, dos helicópteros medicalizados -uno procedente de Salamanca y otro de Burgos-, dos ambulancias de soporte vital básico -procedentes de Ávila capital y Cebreros- y cinco ambulancias colectivas. Asimismo, se contó, en todo momento, con la colaboración de Cruz Roja -entidad que envió otras dos ambulancias- para asistir a los heridos. También se activó el equipo de psicólogos de la Junta de Castilla y León para atender tanto a los accidentados, como a los familiares.
Los fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Ávila capital, y los 22 heridos fueron derivados, de manera inicial, en función de su gravedad, a diversos centros asistenciales del Sistema Regional de Salud. De esta manera, una herida -menor, de 7 años, con pronóstico muy grave- fue trasladada en helicóptero desde el lugar de los hechos hasta el Complejo Asistencial de Salamanca. Y diez heridos más -de diversa gravedad- fueron movilizados hasta el Complejo Asistencial de la capital abulense; dos de ellos fueron trasladados, después del triaje correspondiente, al Complejo Asistencial de Salamanca. Además, once heridos fueron atendidos en los dos centros de salud de Ávila -rural y urbano- y, tras su valoración médica, tres de ellos fueron movilizados al Complejo Asistencial de Ávila.
El último parte de la Junta situaba a diez de los 22 heridos ingresados, siete de ellos en el Hospital de Ávila, y tres en el de Salamanca. En concreto, los tres heridos que fueron evacuados a Salamanca aún estaban ingresados. La niña de 7 años evolucionaba favorablemente y había intervenida de fractura de cadera y múltiples heridas faciales, pero el TAC “está mejorando”. Asimismo, había una señora de 76 años que “también evoluciona favorablemente” y una joven de 17 que estaba siendo estudiada en Urgencias y continúa sin diagnóstico definitivo.
En cuanto al Hospital de Ávila, dos personas permanecían ingresadas en la UCI del Hospital de Ávila. Una podría haber estado ya n planta, pero presentaba un neumotórax y parecía aconsejable su permanencia. La otra -madre de la niña ingresada en Salamanca- estaba grave y sedada. Asimismo, cinco personas permanecían ingresadas en planta de Traumatología, con buena evolución. Además, otros cuatro heridos ya habían sido dados de alta.
El Servicio de Emergencias de Castilla y León habilitó un teléfono de información para los familiares de las víctimas del accidente: 800 200 112. Asimismo, se derivó a las familias al Polideportivo Carlos Sastre de la capital abulense, donde les esperaban los miembros de la unidad de atención a víctimas, y por donde fueron desfilando numerosas autoridades y personalidades para trasladarles su apoyo.
Autoridades
Las primeras autoridades en desplazarse hasta el lugar del siniestro, tras conocerlo por la mañana, fueron el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, y el consejero de Fomento de la Junta, Antonio Silván. Ya por la tarde, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, llegaron al complejo asistencial Nuestra Señora de Sonsoles en Ávila en torno a las 17.30 horas, donde fueron recibidos por la gerente del Hospital, María Antonia Pedraza, quien les informó sobre el estado de los heridos allí ingresados.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ni confirmó ni desmintió que el conductor del autobús siniestrado en Tornadizos reconociera en su declaración ante la Benemérita que se quedó dormido «por razones obvias», ya que es preciso respetar el curso de la investigación. No obstante, Fernández Díaz insistió en que el tramo en el que se produjo el accidente está «muy bien señalizado».
Por su parte, Herrera puso de manifiesto su profundo agradecimiento a todo el operativo profesional de rescate y asistencia de las víctimas y heridos. “Desde el primer momento todo el mundo se ha volcado en la atención y en la resolución de todo aquello a lo que evidentemente alcanzan las fuerzas humanas en un accidente muy grave como el que se ha producido”, declaró.
El subsecretario de Estado de Interior, Luis Aguilera, también acudió a Ávila, donde explicó, en el polideportivo Carlos Sastre de Ávila, que el accidente del autobús se produjo en una curva ancha con visibilidad y en un tramo no peligroso, si bien añadió que se debe esperar a la investigación y a conocer la versión del conductor para conocer las causas del siniestro en el que han fallecido nueve personas.
El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, se desplazó personalmente hasta el polideportivo Carlos Sastre de la capital abulense para acompañar a los familiares de las víctimas. García Burillo recibió un mensaje del papa Francisco en el que trasladó su más profundo pesar por el accidente de La Paramera. La misiva llegó a Ávila a través de la Nunciatura Apostólica en España. El obispo se ofreció para celebrar un funeral conjunto por las víctimas, que se celebrará con toda probabilidad en la catedral de Ávila el próximo jueves a las 19.00 horas.
Luto oficial
Juan Vicente Herrera aprobó esta mañana un acuerdo por el que se declara luto oficial en la Comunidad de Castilla y León los días 8, 9 y 10 de julio. También declararon luto oficial la Diputación de Ávila y los ayuntamientos de la capital abulense, Las Navas del Marques y Candeleda.
Las declaraciones de condolencia se fueron sucediendo durante toda la jornada, desde la Junta, las Cortes de Castilla y León, la Presidencia del Gobierno, la Casa Real, y los partidos políticos, así como desde numerosos consisotorios y organizaciones.