La Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS) ha remitido un comunicado a los medios en el que  «comprende y una vez más denuncia la situación que viven los vecinos del casco histórico en relación al problema del ruido». Con la manifestación  pública quiere además  «apoyar y valorar positivamente la recogida de firmas que algunos vecinos han iniciado, hasta el punto de haber incluido, como asociación, su firma en el escrito de protesta que los vecinos desean presentar ante el Ayuntamiento»

Asegura AVRAS haber dejado constancia repetidas veces la «situación insostenible»y así se lo hizo saber en una «única reunión con la alcaldesa en la anterior legislatura»  También ha manifestado su disconformidad con este particular ante el defensor del ciudadano «a quien agradecemos lo incluyera en su informe anual al Pleno del Ayuntamiento, como uno de los problemas que más afectan a los vecinos»

AVRAS, afirma en el comunicado, «se tomó siempre muy en serio la importancia de este tema, y así analizó detenidamente y presentó numerosas alegaciones a la recientemente aprobada “Ordenanza Municipal sobre el Ruido”. Varias de esas alegaciones fueron incorporadas y el resultado ha sido una ordenanza que AVRAS considera positiva en casi todos sus aspectos. No obstante, desde el principio, la asociación ha manifestado públicamente sus dudas respecto de su aplicación»

Los representantes de los vecinos del recinto amurallado consideran que » Los vecinos denuncian con toda razón trasgresiones de la norma tanto por los particulares como por el propio Ayuntamiento; este, en la doble faceta de organizador de eventos y en la de exigir el cumplimiento de la normativa. Consideramos muy lógico el enfado y la exigencia de los vecinos y hasta podemos entender que, ante la falta de resultados, consideren insuficientes e inoperantes los esfuerzos que lleva a cabo AVRAS, y, al parecer, se plateen la creación de una asociación “especializada” en el problema del ruido, que pueda tener más éxito»

La alegación más importante que AVRAS presentó a la citada ordenanza del ruido y que fue admitida consistió precisamente en que la ordenanza «tuviera como base considerar el descanso de los vecinos como un derecho básico del residente». Un derecho básico porque afecta a condiciones de salud, de desarrollo normal de vida y de posibilidad de desempeño adecuado del trabajo y de cualquier actividad.