Un día a la semana, las aulas sociales y de manualidades de la Diputación Provincial llenan de vida a cada uno de los pequeños pueblos segovianos, un día a la semana, monitores y técnicos de Diputación acuden a localidades como Fuentepiñel, Aldeasoña, Bercimuel… pero también a grandes municipios, todos ellos tienen algo en común: La ilusión por aprender y convivir.

Desde hace más de treinta años, las aulas de manualidades y las aulas sociales se han convertido en actividades imprescindibles para amenizar el largo invierno de las localidades. Así lo explicaba Antonia, una de las alumnas quien, reconoce que, además de aprender, la iniciativa es «un desahogo para los vecinos». Nada es fortuito, una red de monitores comprometidos hacen posible que, incluso en pandemia, la actividad haya continuado, presencial o telemáticamente, e incluso por teléfono. «Todo es poco para ellos, son nuestra familia», explica Belén, una de las monitoras. Lo son y lo llevan siendo décadas. Tanto es así que, por las aulas, han pasado generaciones distintas de una misma familia: «son parte de nuestros pueblos, son importantes», asegura José Antonio, uno de los técnicos históricos que, ayer, protagonizaba, junto a otros profesionales y alumnos, un vídeo presentado por la Institución Provincial, emitido en directo para todos los participantes de la iniciativa.

Antes, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, se dirigía a todos los alumnos y alumnas, a los técnicos y a los monitores que, desde sus localidades, y con todas las medidas de seguridad, seguían el acto en streaming. Lo hacía con orgullo, con conocimiento de la importancia de esta propuesta, que él mismo consolidó en su etapa de Diputado de Servicios Sociales. Lo hacía agradeciendo a los profesionales su compromiso y tenacidad.

Las aulas de la Ilusión, como así algunas de sus responsables, no pudieron celebrar ni en 2020 ni este 2021 su cita anual, con un encuentro masivo de todos sus participantes que sirve de excusa para favorecer la convivencia entre pueblos de la provincia. Sin embargo, este año, la fiesta no se canceló, se llevó en directo y con una particularidad: la divertida puesta en escena, cargada de humor, de Leo Harlem que, en directo desde el Juan Bravo, ofreció un monólogo lleno de guiños para el proyecto provincial. y que siguieron en directo más de 2000 personas

Las aulas de Manualidades y Sociales cerrarán un nuevo curso con el compromiso de volver a llenar de ilusión los pueblos, pronto, un año más.