Un ataque de lobos en Espirdo, a tan solo 300 metros del núcleo de población de la localidad segoviana, ha acabado con cinco carneros sementales muertos y cuatro heridos.
Este ataque de lobos es el primero de este año, aunque es el quinto de los últimos tiempos a esa misma ganadería, la de Alfonso Rafael Montes Barrio. En 2022 sufrió otros tres ataques. Anteriormente, en 2021, registró otro.
Carneros sementales de la Raza Castellana
Los animales muertos y heridos en Espirdo por el ataque de lobos figuran inscritos en el registro genealógico de la Raza Castellana Variedad Negra.
«Los animales que son atacados por lobos y resultan heridos, sufren lesiones que merman muchísimo sus condiciones y, por tanto, no suelen volver a alcanzar todas sus capacidades físicas y productivas en casi ningún caso», explica el ganadero afectado.
«Si hay un plan de conservación el lobo, se debe incluir un plan de protección de la ganadería extensiva eficaz», reclama. «Los que convivimos con el lobo, sabemos que hay zonas donde es normal que exista y desempeña un papel fundamenta dentro de la cadena trófica, pero no es lógico que se desplacen hasta los núcleos de población», concluye.
Cerca del pueblo
«Siempre que vienen, matan» lamenta el ganadero. Y avisa: «aquí nunca había pasado nada tan cerca del pueblo».
«No se puede permitir que se sufran ataques de lobo a 300 metros de un núcleo de población de 1.000 habitantes», añade.
Además de los daños sufridos por los animales, continúa, «hay que tener en cuenta que es una zona muy transitada por paseantes, ciclistas, etc».
*Fotografía de @ganaderiaar
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