La actriz y directora chilena Tita Iacobelli ha inaugurado con su compañía Belova-Iacobelli, la XXXV edición de Titirimundi en Segovia. Su espectáculo ‘Chaika’ en el que comparte escenario con una singular marioneta, es un canto a la valentí a los mayores.
‘Chaika’, es una actriz que se “encuentra en el ocaso pero sigue manteniendo una fuerza vital a pesar de la imposibilidad física que empieza a surgir con la edad”. Un espectáculo sobre qué hace que el ser humano para poder seguir adelante, lo que “nos permite no caernos a pesar de las adversidades”, como lo ha sido la pandemia del COVID-19 para las compañías de teatro de títeres.
Tita Iacobelli se convierte en la asistente de Chaika, «una actriz que se encuentra sola en un escenario, que no sabe dónde está». «Yo soy una especie de voz, de conciencia, que le recuerda que tiene que interpretar ‘La Gaviota’ de Chejov”, resume la actriz y directora chilena. La anciana no recuerda los textos ni la escenografía, ni siquiera le gusta el papel que tiene que interpretar, no quiere ser Arcáina, la actriz madura sino Nina.
Toda esta situación, argumentó Iacobelli, “le pone en resistencia con su propia vejez, con los límites a los que están llegando”, teniendo en cuenta además que “esta obra de Chejov habla de actrices del teatro y de la inspiración artística”.
Para la compañía Belova’-Iacobelli, este espectáculo reflexiona sobre “cómo transformar esa fuerza vital que nos permite no caernos a pesar de las adversidades tremendas, como ocurre ahora con al pandemia”. Iacobelli explicó que hace ese enlace con la realidad de hoy. “A pesar de todo, seguimos, nos reinventamos, nos transformamos, con nuestra fuerza vital para hacer otras cosas que nos permita seguir avanzando. Chaika se encuentra en el ocaso pero sigue manteniendo una fuerza vital a pesar de la imposibilidad física que empieza a surgir con la edad”, resumió.
El personaje de esta marioneta, dotado de una gran personalidad, se basa en sus propias experiencias. “Siempre me ha conmovido mucho las ancianas, referencias de mi madre, de mi abuela, mujeres que lucharon a pesar se estar muriéndose, con una resistencia enorme a abandonarse y eso me conmueve mucho”, sostuvo, para añadir que este personaje cristaliza “un pedazo de humanidad tremendo”.
Tita Iacobelli remarcó que es “una alegría enorme” ser la compañía elegida por la dirección de Titirimundi para inaugurar esta nueva edición, que llega después de estar muchos meses sin apenas poderse subir a un escenario, de poder actuar. “Un festival muy querido por nosotros. Estar aquí inaugurando es un tremendo honor, una presión también pero lo tomamos con una alegría y muy contentos”, declaró
Por fin, el teatro de títeres vuelve a trabajar tras la pandemia. Esta compañía chilena tiene mucho trabajo por delante, que incluye poder estrenar segundo obra y llevarla por varias ciudades belgas, italianas y búlgaras.
‘Chaika’ es así el primer espectáculo de la compañía Belova-Iacobelli, una obra que se construyó durante cuatro residencias entre Buenos Aires, Santiago y Bruselas, en colaboración con Théâtre Des Martyrs, Téâtre Jean Vilar y Mons Arts de la Scène de Bélgica y, además, con aportes del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de Chile. En diciembre de 2018, fueron premiados por el Círculo de Críticos de Chile en tanto Mejor Obra y Mejor Actuación.
Segovia sube el telón
El Festival de Títeres de Segovia inicia su edición más corta y concentrada en tan solo cuatro días y con el el presupuesto más ajustado. Finalmente la ciudad del Acueducto disfrutará hasta el domingo 5, de casi 130 actuaciones con 27 compañías. Espectáculos en espacios cerrados, en patios y teatros, con aforos limitados, por las restricciones de la COVID-19, pero también con la novedad del terraceo. Varias compañías actuarán con montajes adaptados a este formato en las terrazas de los establecimientos de la hostelería de la ciudad.
Los títeres ya enamoran a segovianos y visitantes con las primeras compañías como ‘Las marionestas de Budapest’; ‘Zero Conducta’ y ‘El Circo de las Pulgas’ y el titiritero ‘Eudald Ferré’, con ‘La pequeña Moby Dick’.