Aguilafuente regresará un año más, en el primer fin de semana de agosto, al año 1472, fecha en la que fue impreso en Segovia el primer incunable en España. La localidad recordará, por decimosexto año y entre representaciones teatrales, danzas medievales o exposiciones, cómo las actas del Sínodo diocesano convocado por el obispo Juan Arias Dávila en Aguilafuente sirvieron después al impresor Juan Párix para configurar el libro en el que quedó recogido el debate sobre las reformas que debía acometer la Iglesia, si no quería continuar favoreciendo un entorno convulso y despreocupado por sus costumbres.

Así lo presentaban hoy en rueda de prensa la diputada del Área de Cultura y Juventud, Sara Dueñas; el teniente alcalde de Aguilafuente, Luis Mariano García; el director de las obras de teatro que se van a representar durante estos días, Miguel Gómez Andrea; y el nuevo presidente de la Asociación Cultural Sinodal de Aguilafuente, Tomás Conde, quien recordaba cómo Arias Dávila «quiso reformar muchas de las costumbres que había; los curas no sabían rezar el Padre Nuestro en latín o dirimían con espadas los asuntos en las iglesias, y por eso reunió a lo más granado de la sociedad de Segovia en el Sínodo de Aguilafuente, llamando a la vez a un impresor para que todo aquello de lo que hablasen no quedara en el olvido».

Casi seiscientos años después, quienes se reúnen en el municipio son las más de tres mil personas que cada año acuden a conocer la Historia a través de una serie de actividades que en este 2018 darán comienzo el viernes 3 de agosto, con unas danzas medievales, a partir de las 20:00 horas en la plaza de la Fuente.

Como siempre, el grueso de la programación lo compondrán las distintas obras teatrales que recrearán distintas escenas que bien pudieron tener lugar en el Aguilafuente de 1472. Así, en esta ocasión, además de la más importante, ‘El Sínodo de Aguilafuente’, que se repetirá el sábado 4 de agosto a las 21:30 horas y el domingo 5 de agosto a la misma hora en la iglesia de Santa María, las personas que acudan al municipio podrán aplaudir los textos de ‘El obispo y el impresor’, ‘El romance del Sinodal’, ‘Las Fabetas’, ‘La boda’ y ‘La curandera’; todos ellos montajes de aproximadamente media hora de duración que se repetirán a lo largo de las dos jornadas del fin de semana, en los que la implicación del pueblo y sus vecinos cobran una vital importancia. Según explicaba Tomás Casado, para esta edición se ha decidido repetir el estreno de 2017, ‘La boda’, tras su gran acogida, y recuperar ‘La curandera’, una de las primeras obras que se representó en el Sinodal de Aguilafuente.

«Es una fiesta que ya está instaurada en el pueblo y en la que todo el mundo participa», reconocía Tomás Casado, quien desea que fuera del municipio gane valor y prestigio, «puesto que hablamos del primer libro impreso en España; que no se hizo ni en Barcelona ni en Madrid, se hizo en Segovia». Para la Asociación que preside, es fundamental «procurar que cada año las instituciones pongan en valor esta fiesta hasta que alcance un reconocimiento nacional», por lo que la Diputación de Segovia no duda cada verano en promocionar el evento y colaborar con él.

De cualquier modo, durante este primer fin de semana de agosto, las obras teatrales no son las únicas que ocupan la agenda del municipio. Las jornadas del sábado y el domingo comenzarán con una visita turística guiada a cargo de Juan Jesús Díez Sanz, cronista oficial de la villa, y continuarán con la apertura de las diferentes exposiciones y el mercado. Una ruta de tapas a las 14:30 horas, el pregón a partir de las 20:15 horas, la cena medieval en la plaza del Sínodo y un concierto del grupo Esparadrapo, completarán la jornada del sábado, mientras que el domingo, además, se oficiará una misa en canto gregoriano con la participación del coro Sinodal de Aguilafuente y la colaboración de Audite, a la que seguirá un pasacalles de animación con Las Fabetillas y el grupo musical Veritas Nostra.

Los vecinos de Aguilafuente ya tienen sus vestimentas preparadas y los guiones aprendidos, para que cuando llegue el próximo viernes 3 de agosto quien acuda a la localidad se sienta dentro de la Historia y dispuesto a conocer con interés una fiesta que para sus habitantes conmemora «un evento de primer orden que requiere de una mayor sensibilidad para que sea conocido y reconocido en todo el país», concluían los presentes.