¿A quién no le apetece un buen cordero? La mejor carne, agua y un poco de sal hacen que el lechazo de Castilla y León se encuentra dentro de la marca “Indicación Geográfica Protegida” (IGP) impulsado desde la marca ‘Tierra de Sabor’, que garantiza que los lechazos que se crían en Castilla y León cumplan con una serie de requisitos que lo diferencian del resto, entre los que se encuentran la alimentación de las madres los corderos, los cuales deben de criarse únicamente mediante la leche materna y la selección exclusiva de la raza “churra”.
La calidad y el mimo con el que se prepara esta carne son las claves de su exquisited. En Segovia, son muchos los restaurantes que nos ofrecen este manjar y uno de ellos, quizá de los más significativos, tiene su origen en Sacramenia, el Restaurante Maribel. Según explica su propietario, José Félix Sombría, “Tierra de Sabor, a través de IGP, se encarga de clasificar los mejores lechales de determinadas zonas de Castilla y León, excluyendo los que no son tan buenos y garantizando así que todos los productos que se engloban en esta marca sean de primerísima calidad”.
Estos días, el consumo en hogares de este alimento aumenta significativamente convirtiéndose en una pieza clave en las mesas de la región. Por ello hemos querido conocer la receta de mano de los verdaderos profesionales, los expertos asadores que, durante décadas, han mantenido viva la tradición.
Sombría nos asegura que “la forma ideal de asar el lechazo es utilizando un horno de leña, que garantiza el mantenimiento del calor y le da un sabor muy especial. El resto es sólo agua, sal, tiempo y delicadeza” porque la calidad de la propia “materia prima” garantizará que el plato sea todo un éxito para los comensales. Es importante saber también que el lechazo ofrece amplias variedades de elaboración además del tradicional asado, ya que se trata de un plato con muchas posibilidades y que es perfecto, por ejemplo para ser guisado con setas.
“Tierra de Sabor” amplía sus fronteras
Con la intención de ampliar sus áreas de consumo y consolidar una marca que permita proteger este producto tradicional, se ha decidido apostar por un mercado como el de Madrid, muy relevante por su volumen de población y por consiguiente por el posible incremento de cuota de mercado.
La Comunidad Autónoma de Madrid acapara junto a Castilla y León el 70% de las ventas de la Indicación Geográfica Protegida. Además la región madrileña destaca en consumo de cordero. De los 118 millones de kilogramos de este tipo de carne consumidos el pasado año en España, el 14%, un total de 17 millones de kilogramos, se consumió en Madrid.
“Tierra de Sabor”, unifica todos los lechazos de calidad bajo esta marca. El corazón amarillo que conforma su logo, ya conocido por todos, se ha convertido en un importante prescriptor de compra para el consumidor, que hace que nada más verlo, sepamos que el producto procede de Castilla y León, por lo que tanto su origen como su calidad están garantizados, mostrándonos además, que se trata de un producto saludable. En este sentido, la Consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, asistió a la presentación de la nueva imagen de la IGP en Madrid, donde aseguró que los los «lechazos amparados bajo figuras de calidad vienen experimentando un incremento de sus ventas».